Y yo con estas barbas

Relatos sobre mis experiencias y expectativas como padre novato


21 comentarios

Cuestión de género

costurero con un perro de peluche; coser no es cuestión de género

-«Toma, papá… ¿Me la coses, la oreja de mi perrita…?»-

Gracias a esta pequeña, sencilla e inocente frase, esta tarde he tenido una suerte de… epifanía. Una revelación. Uno de esos momentos de «orgullo de padre» que tan pocas veces parecen salir al escenario de nuestro cotidiano y rutinario día a día.

Tras el consiguiente -«…Claro, hija. Trae…»-, el ir a por el costurero, sentarme en el sofá delante de ella, abrirlo, dedicar por su parte algún minuto de más a curiosear el contenido y elegir un bonito tono (el único, más bien, no os vayáis a pensar que esta casa es Pontejos…) de color rosa (por supuesto, que va a juego con las orejas del bicho), y por fin, enhebrar la aguja… me ha llegado el flashazo. Así, como de golpe.

En un instante, me he dado cuenta… He caído en el detalle… He notado… He asimilado… …Que mi hija, con toda la naturalidad que le otorgan y atesoran sus inocentes y recientes cuatro años… ¡Me ha pedido que COSA! ¡Ha pedido a su PADRE, un señor, un varón, un hombre… Que cosa! ¡Como si fuera lo más natural del mundo! Como si fuera algo tan normal como lo es hacer un bocata, recoger un libro del suelo, limpiar unos zapatos o buscar un canal en la tele. Un acto que, en su mente, juega en la misma liga que poner un lavaplatos, que sacar la basura, que plegar el carrito del bebé, que colgar un cuadro o que llevar al gato al veterinario.

¿Y por qué no habría de ser así para ella…? Es una necesidad normal, que surge de un problema sencillo, y que necesita una solución rápida. Y hasta ahí. Y de lo que me he dado cuenta es de que… ¡¡¡Es cierto!!! Ella está creciendo con ese referente concreto en su casa… Ella sabe que YO, COSO. Que papi, cose. Por tanto, ¿por qué no habría de pedírmelo? Para mi hija, es pues, algo normal.

Ella me ha visto hacerlo. Sabe que puedo. Sabe que lo hago… Como tantas y tantas otras cosas. En casa, y fuera de ella. Y esa ha sido la absurda y al mismo tiempo maravillosa gran revelación del día. ¡Qué cosas, oye! Mira tú, la tontería… De golpe y porrazo, ha sido el claro ejemplo de que algo estamos haciendo bien, que estamos educando sin las barreras de género tan clásicas como presentes en nuestros hogares hasta hace tan solo una generación. En nuestro caso, parece que estos estereotipos, estas etiquetas, están derrumbándose sin remisión, como las legendarias murallas de Jericó.

Y todo esto ha salido así, de un chispazo natural, casi sin darte cuenta, como deben salir las cosas que se van cocinando a fuego lento; como en una carrera (que en el fondo es lo que es todo esto de criar personajillos) de ultrafondo.

Ni se le ha pasado por la cabeza… Ni un atisbo de duda… Ni una pizca de incertidumbre ha planeado sobre ella, al hacerme esa inocente pregunta. Para ella ha sido una simple cuestión de… Tengo un problema. Aquí está mi padre. Él me ayuda y me lo resuelve.

————————————————————

Y ya está. La Cuestión de Género ni se ha asomado siquiera por su mente. No ha habido un -«No… Mejor voy a esperar a que venga mamá, porque esto de coser, papá no va a saber hacerlo… Lo de COSER no es cosa de los papás.»- 

————————————————————

Y la clarividencia con que se me ha asomado a la mente esta pequeña anécdota chorra, me ha seguido generando toda una serie de reacciones mentales positivas, que me sirven de indicador flawerpawer de que sí, que algo bueno estamos consiguiendo; y nuevamente, predicando con el ejemplo.

De hecho, lo primero, ha sido parar ahí de inmediato, y plantear todo un contexto lúdico mucho más amplio para continuar con todo aquello de una manera más provechosa e interesante: porque claro, ya que nos ponemos… -«¡No se puede hacer una complicada operación a oreja abierta así como así…! ¿Dónde están mis herramientas? ¡Mi maletín de aparatos complicados de médico veterinario! ¡Mascarilla de cirujano! ¡Fonendo! ¡Termómetro en esta oreja, querida ayudante, por favor…! Reflejos bien, dentadura óptima… Latidos y constantes correctas. ¡Excelente, excelente…! Podemos proceder. ¡El Dr. Juguetes va a realizar el injerto de oreja perruna, así que permanece atenta, que esto va a ser una obra de arte, pequeña…! Tu querida Corazón va a quedar preciosa de nuevo…»- Vaya, que ya puestos, hemos hecho hasta un minijuego conjunto para solucionar el problema.

kit de veterinario para juguetes

He aquí por tanto algunas de las cosas que he podido más o menos concluir, con todo este pequeño hallazgo:

#1- En casa no hay tareas «de chicos» o «de chicas». Aquí todos hacemos de todo. Aunque como en todas partes, al final terminas por centrarte en ciertos aspectos respecto al reparto de tareas, por facilitarte quizás la vida, o por afinidad. Lógicamente, si a uno de los dos le gusta más y se le da mejor cocinar, es obvio que le «tocará» pasar por ahí más veces. Por poneros un supuesto. O incluso algunas otras tareas que las haga siempre la misma persona, por el motivo que sea. Yo siempre soy el que baja la basura en casa, por ejemplo, y ni siquiera creo que mi hija lo sepa, porque a las horas en que lo hago, ella está durmiendo. Y no es algo que me preocupe el que sepa o no. Así que ni siquiera tiene asumido que «tirar la basura» es cosa exclusiva de «papás». Porque además, es eso: no lo es.

#2- Le estoy enseñando a mi hija, que su padre, yo, puedo ayudarla. Que puede recurrir a mí cuando tenga un problema. Que estoy ahí para ella, cuando me necesite. Sea lo que sea… Ayudarla a vestirse, a limpiarse, a curarse cuando se cae, a consolarla cuando se enfurruña… O a coser la oreja de su perrito de juguete. No duda. Y quiero que siga siendo así. Quiero seguir siendo su referencia. Que no se plantee si soy o no la persona adecuada en función de tal o cual etiqueta subjetiva, sino que con toda la confianza del mundo, venga, y me plantee lo que sea que necesite. Porque soy su papá. Que pueda confiar en mí, y que juntos podemos  encontrar una solución. Y el día que no sepa o pueda ayudarla, pues buscaremos juntos una solución o a quién ofrezca lo que ella necesite. Es decir, servirle y ser ese puente, ese sostén. Ser para ella, al menos, una balsa en medio de la zozobra.

#3- Quiero que comprenda que el único límite de las cosas que pueda alcanzar y las metas que se marque en su vida, estarán en su mente, no en sus genitales. Que no hay cosa que un chico haga, que una chica no pueda intentar, y que no hay cosa que una chica haga, que un chico no pueda intentar igualmente. Que lo que alcance o no alcance a lograr, esté condicionado por su cabeza y su valentía, y no por su escote o por lo que se esconda bajo sus bragas. Y con las mismas, cuando sea mayor, y se relacione con sus futuras parejas, sepa qué esperar de un hombre. O de una chica; quien sea.  Y que no haya de conformarse con menos de un TODO grande como una catedral, como respuesta. Que huya de aquellos que vengan con un -«Esto, eso otro y aquello de más allá es cosa tuya, chata…»- 

#4- Aprendizaje. Centrar la atención. Resolución de conflictos. Pensamiento divergente. Juego de roles. Autoconfianza. Seguridad. Creatividad. Todos estos conceptos se me han ido pasando por la cabeza en un momento dado, en apenas unos minutos. Y es algo que está flotando ahí, en el ambiente, en todo momento. Como dicen: -«Educa, que algo queda.»- 

#5- Que la época en que las mujeres debían quedarse en casa y ser las garantes del buen fluir del hogar, mientras los hombres, patriarcas de la casa, eran los garantes del sustento familiar, es un modelo social y familiar que debe quedar muerto y enterrado en las más profundas entrañas de la tierra, y que en un futuro, oír hablar de ello sea para ella poco menos que hablar de una simple anécdota antropológica. Pero eso sí, sin olvidar. Que lo que se olvida, se pierde.

#6- En definitiva, que las cosas, las tareas, las resolvemos las personas. No que «las mujeres andan por este coto» y «los hombres andan por este otro»; que unos no estamos hechos para unas cosas y otras para otras. Que la mujer construye. Que el hombre ama. Que la mujer encuentra. Que el hombre busca. Que la mujer piensa. Que el hombre desarrolla. Que la mujer aspira. Que el hombre alcanza. Y que si cambias el orden de factores, el resultado seguirán siendo premisas igualmente válidas y fiables de la misma manera.

Ya vendrán tiempos en los que podamos ir un paso más allá, y mi presencia no sea para que te cosa, cariño mío, sino para enseñarte a coser. O a montar en bici. O a tocar la batería. O a crear una escultura. O a lo que sea con lo que me vayas viniendo y vayas necesitando. En esencia, a subir un peldaño más en la escalera de tus conocimientos hacia tu autodependencia. Lo que sea que sirva para que te conviertas en una adulta sana, preparada, fuerte, decidida, autónoma y feliz. 

De momento, y por lo pronto, desterremos ya la cuestión de género de nuestra morada.

Yo, por mi parte, seguiré con mi anhelo de intentar aprender algún día a coser a máquina de manera un poco decente, eso sí. Y si tal día llega, preparaos, porque lo vais a flipar.

Ahora bien… Toca regresar a la tierra. El Dr. Juguetes, pese a ser un tipo singular, tampoco es Superman. No alucinemos. Porque con la segunda tarea de la tarde, la de ponerle pilas al susodicho perro, le han pillado con el carrito del helado. ¡¡Ayyyy majoooo…!! ¡Que no hay pilas a mano en casa que funcionen! Todo lo más, enchufar el cargador, y esperar 12 horas. Así que el resultado: Problemas- 1, Papá- 1. Un empate más que digno.

Es lo que hay. Como dicen que ocurre en la mayoría de los casos, no es tan fiero el león como lo pintan, o… Hasta el rabo, todo es toro, amigo mío.

Y es que hasta los grandes dilemas, bien pueden esperar hasta mañana.

 


53 comentarios

Save the Children

 Ayer pasé junto a este cartel, corriendo, con mi

 hija, y la niña me frenó en seco al verlo:

 -«¿Qué le pasa a esta niña, papi…? ¿Por qué

 está triste…?»-

 No quise mentir a mi hija; al explicarle que

 muchos niños no tienen la suerte que tiene ella,

 que sí tiene unos padres que pueden darle

 de comer todos los días, la reacción de

 mi hija fue querer darle un juguete, y

 caramelos, para que se pusiera contenta.

 A veces andamos como ciegos por la vida,

 sin prestar atención a los pequeños detalles,

 como este cartel. Es a través de los ojos de un

 niño, que volvemos a apreciarlos. Gracias a mi

 hija, lo he visto de VERDAD.

 Y es que no quiero ser un padre que le diga

 a su hija las cosas por decirlas; no quiero

 romper mis promesas tan pronto. Así que aquí

 está lo prometido, cariño… Juguetes y caramelos.

 Mi hija tiene 2 años y 4 meses, por cierto…

                                                                   Un padre

 

La niña del póster de Save The Children, con juguetes y caramelos
La niña del póster de Save The Children, con juguetes y caramelos
La niña del póster de Save The Children, con juguetes y caramelos

 

Y este es el resumen de lo que me pasó con mi Lechona ayer, entrando al metro. Cuando te salen con algo así… te desarman por completo. Pero hoy, con alevósica nocturnidad, he cumplido mi parte del trato para con la niña del cartel. Y es que como dice el eslogan de la campaña..: «QUE NO LO VEAS, NO SIGNIFICA QUE NO ESTÉ PASANDO.»

Qué curioso, que mi hija lo vio perfectamente.

Mañana la llevaré a verlo de nuevo. No sé qué quedará… (Al menos, hice foto).


6 comentarios

¡¡Regalitos!!

Hoy, de nuevo, he de decir que sigo alucinando un poco con esto del blog… y con la gente remaja que os movéis por aquí. ¡¡Hay que ver…!! Os cuento por partes, venga…

Como primer plato, me vais a permitir unos segundos de publi… Quisiera desde aquí, darle un besazo enoooooorme, un ZANQUIU SOU MACH a todo volumen y un abrazo de grizzly de postre, a un encanto de persona: Mónica, del equipo de Madresfera, por enviarnos a casa un regalito la mar de majo.

No solamente han tenido que soportar que les diera la paliza durante las últimas semanas emaileándoles a saco por una consulta técnica (estupendamente resuelta al final…), sino que encima, van, y se tiran el rollo con un hermosos detalle, mandándonos una sorpresa futbolera para la Lechona, aprovechando la excusa de tener el Mundial de Brasil delante del las narices.

Llegando a casa ayer tarde, me encuentro con una hermosa caja, que contenía… ¡¡el nuevo pack de Philips AVENT edición especial «I Love Spain»!! ¡¡Me paaaarto!!

Contenido de la caja regalo.

Desde que vengo bicheando por la blogosfera maternal, antes incluso de tener a la Lechona, que hay ciertos post que siempre me han llamado la atención… y supongo que en cierta forma, son «hijos» inherentes a este nuevo sistema de comunicación entre personas o entre clientes-empresas… Y son los post sobre regalos o promociones varias: premios, sorteos, mami-testers de productos… ¡Y siempre me quedaba un poco pillado con este tema! Por ejemplo, ¡¡solamente por escribir en un blog, puedes conseguir que alguien te mande a casa un cochecito de bebé, para que lo pruebes y des tu opinión!! ¡¡La caña!! Para mí, era algo como de ciencia ficción… algo rollo Steve Urkell preguntándo al respetable… -¿Cómooo…? «¿He sido yooo…? ¿Es a mííííí…?»-

El caso es que estas cosas se hacen, ciertamente… Y no tanto por el objeto en sí; es el HECHO del regalo más bien, el que me provoca una rara sensación… de que ahora, ayer… FUI yo el que estaba en este meollo. ¡Es algo así como si me hubiera tocado una especie de… lotería!! (Qué estupidez, ¿verdad…? Pero bueno, es lo que tiene ser un bloguero primerizo…) Ustedes me entienden.

Apoyando a la Roja.

El contenido del pack: un balón de peluche muy molón, dos chupetes amorosos, una camiseta y un cheque del 30% de descuento para productos de la marca.

¿¿Lo mejor…?? EL BALÓN. ¡¡Es lo máááááááásss…!! Fue sacarlo y empezar a menearlo y jugar con él. Si hubiera venido con una etiqueta para poder roerla a gusto, ya hubiera sido el despiporre, vamos… Tiene la misma textura que alguno de sus muñecos, así que lo meneó bien a gusto en un santiamén.

Respecto a los chupetes, están bien, especialmente el «I Love You» (aunque hace cosa de un mes nos regalaron chupetes nuevos, así que ya se nos salen por las orejas…), y respecto al «ILove Spain», personalmente, al ser una temática básicamente futbolera, creo que hubiera tenido más gracia y sentido algo tipo «I Love La Roja», por ejemplo… (aunque claro, así como está también te vale para eventos futuros y demás coñas patrias, que todo es verlo desde múltiples perspectivas…)

Y la camiseta… pueeess… que la publi de la marca esté ahí tan… presente, la verdad, pues no me llama… pero bueno, son sus productos, y está muy bien también, en cualquier caso.

Empezando a jugar con el balón de peluche.

Vaya… que de cualquiera de las formas, estoy más que encantado con el detallazo. ¡¡Ahora ya podemos ir a comernos el mundiaaaaalll…!! ¡¡Brasileros, prepararsus, que llega otro iniestazo…!! Juas juas juas… ¡¡Y luego llega el Mundobasket!! ¡¡Va a petar la tele este verano!!

¡Ahh… y por cierto…! Que nuestra pequeña no solamente sabe apreciar el contenido… Como bien explicaba en el post sobre los juguetes, como buena gurmet que va siendo, también sabre apreciar en su fino paladar las exquisiteces de un buen embalaje de rico y fibroso cartón… ¡¡¡Ahhh… las cajas!!! ¿Qué tendrán, que le molan tanto…?

Las cajas molan.

Y como segunda parte del post… ¡¡Estamos que lo tiramos, oigaaaaaa…!! Otro regalito virtual. ¡¡OTRO PREMIO!! Parezco un banco…: ¡No doy crédito!

Esta vez, me otorgan el «LIEBSTER AWARD», de la mano de Sin Chupete, un blog por el que todavía no me había asomado (¡¡Dioooosssss… hay tanto que leer!! ¡¡No siento las piernaaasss…!!), pero que desde ya, pongo en mi órbita directa. Y desde este modesto sitio, los habitantes de La Morada en pleno, empezando por el que escribe, le damos loas, alabanzas, aplausos, besos virtuales y abrazos de grizzly también, además de hacerle la ola con las orejas a Paula. ¡Hay vida más allá de un chupete, sí señor! Doy fe, que mi sobrina también ha tirado p’alante si ellos, como tantos otros.

No me otorgo ni me pongo el logo del premio por aquí todavía, y me lo dejo en suspenso, hasta no cumplir con las reglas dentro de unos días, y responder por tanto a los detalles que implica… ¡¡pero lo haré en breve!!

¡¡¡QUÉ MAJOS SOIS TÓS, CAGÜENDIEZ…!!!

🙂


12 comentarios

Los juguetes de mi bebé…

Vale… Okeis… Perfecto… Me imagino que ya habrá pululando por la blogosfera algo así como un zillón de post que hablen sobre juguetes para bebés, de todo pelaje y condición. Ea…

Pero como soy novatillo en esto de la paternidad y los blogs, y no estoy al día… me veo con ánimo alevósico de compartir y reflejar mi punto de vista sobre este temazo (viendo cómo anda el percal actual en nuestra Morada en este asunto), por si algún papá todavía más novato, ingenuo y desinformado que yo cae entre mis funestas redes, y descubre azarosamente por aquí, desde mi modesta, humilde y primeriza perspectiva, alguna brizna de valiosa sabiduría que ilumine, aunque sea levemente, su futuro…

1º- LO PRIMER DE LO PRIMER…

Comprar y estrenar juguetes puede estar muy bien. Pero como vivimos en un mundo hipermegasuperextraconsumista al cubo (ya le damos mucha tralla todos los días al planeta, ¿verdad…? Así que démosle un pelín de cancha… ¡Un poquito de por favor, hombreyá…!), y además, estando en crisis como estamos, la verdad es que todavía se agradece más el ahorrarse algunas buenas rupias en alguna compra, ¿no…? (que segar matorrales para sacarse un puñao monedas sale por demasiados rodales sobaquiles de sudorazo como para ir tirando la pasta así, alegremente… ¡Hale, vengaaa..!)

¿Y cómo…? Fácil: HEREDA. PIDE PRESTADO. QUE TE REGALEN. RECICLA. REINVENTA. DIY. (Bien. Nota aclaratoria: este punto también vale para TODOS LOS DEMÁS accesorios y coñas marineras que tengan que ver con los bebés, ya de paso… No solamente juguetes). Yo he de pregonar desde este púlpito virtual, que estoy agradecidisísimo hasta la médula por todas las cositas que nos han ido regalando y prestando amigos y familiares varios. ¡¡¡Muackas y muackas para todos ellos!!!

Boboejemplo: ¿el mejor mordedor de nuestra Lechona? Uno en forma de pez, que fue de nuestro sobrino. ¡Una joyita! ¡Un hito del diseño industrial! Con diferencia, el más usado por la beibi para morder, jugar, agarrar, chuperretear… Los demás, no los coge ni para lanzárselos a sus amados progenitores a la cabeza; una ful.

-Así que: …amigo mío… pilla primero de donde puedas en tu entorno cercano, sin tratar de ser el más rápido del oeste en desenfundar la VISA ELECTRÓN al primer escaparate que se te ponga por delante. (-«¡En el Reverso Tenebrooooosooo no caigaaaas…! ¡Muy ladiiiiino el Lado Oscuuuro eeeeeesssss…!»-).  Así te puedes hacer una pequeña muestra de por dónde van los gustos de la criatura -que no nos engañemos, oye… cada lechón es un mundo-, y como mínimo, te sirven para un primer test. Si a partir de ahí, ves que el bichillo o bichilla disfruta realmente con algo… vale, compra otro nuevo si quieres, que así al menos sabrás que estás apostando a caballo ganador.
(Ahora bien… si eres de los que te quema la VISA PLATINO en el bolsillo… WTF, man…?? ¿¿Qué narices haces todavía leyendo esta mierda entrada…??)
Que te presten todo lo que puedas.

2º – LO SECUN DE LO SECUN…

La verdad es que es Vox Populi… De toda la vida lo has sabido y lo llevamos escrito en los genes, y te lo dicen todo el rato los que ya han pasado por lo mismo… Pero es volvernos padres, y a veces a alguno parece que se nos borra la única neurona sana que nos queda a los tíos en el cerebro, y podemos perder fácilmente la perspectiva. Se nos va el panchito, y nos lanzamos a la juguetería a por el último gadchet molón (y caro) de turno, que hemos visto o que nos han contado… (Vale que también está el componente de niño-golosón-reprimido que todos llevamos dentro, y en el fondo lo que pasa es que el juguete nos mola A NOSOTROS… -pero eso es otra historia-), y cuando llegamos a casa, vemos que la criaturita se lo pasa teta… ¡¡¡jugando con el envoltorio!!!
Y del juguete tan caro y fardón, ni puto pizca de caso…  -«¡¡¡ARRRGGGHHH…!!!! ¡¡¡POR TUTATIS!!! ¡¡¡MIERDAHEREJE DE NIÑO…!!!

-Así que: …tío, no te flipes, y espera a comprar cosas molonguis y CARAS cuando estés SEGURO de que tu lechón o lechona lo va a disfrutar realmente. ¡En lo inesperado puede saltar la sorpresa!
(Ahora bien, si quieres gastarte la pasta… el gremio de jugueteros te lo agradecerá infinito.)Regala un palo.

3º – LO TERCERO DE LO TERCERO

Lo mucho… cansa y aturulla. Si tienen 100 juguetes y se los plantas delante, siempre los 100 a la vez, ¡hale, todo el cubo lleno de moviditas atractivas, ahí, tojunto…!, al final se terminan rayando un poco. A las tres cuartas partes no les hará ni caso. Un porcentaje también elevado se desfasará antes de que te des cuenta y ya se le quedarán «pequeños», casi sin haberlos usado… Y verás que muchas veces tira de los mismos, y cuando se aburran -que lo harán-, se dedicarán a perseguir al perro… a llorar para llamar tu atención, o cosas así. Y el suelo, lleno de trastos, y luego la pechá a recoger, tirando de riñones como si la vendimia fuera en tu casa.

-Así que: …chaval, aplica lo que millones de padres y madres ya saben: si tienes muchos juguetes, selecciona. Guarda algunos y deja otros fuera, y ve intercambiándolos de cuando en cuando. Así, los que hace tiempo que no ve, los considerará atractivos de nuevo cuando vuelvas a sacarlos. ¡¡No falla!!
(Ahora bien… si lo que a vuestro nene le pone es jugar a crear barricadas, o sembrar el salón de tuampas –como decía el bueno de Data en Los Goonies-, para que las pises, te tuerzas un tobillaco y te vayas acordando de la preciosa madre que lo engendró… pues oye… que no he dicho nada, que al nene o la nena le hará falta mucho material, así que saca y saca hasta que te jartes…)
Intercambia los juguetes de tus hijos de vez en cuando.

4º- LO CUARTO DE LO… ESO MISMO

Bac tu de beisics… Es decir… que tires p’a lo básico… los clásicos. Esos siempre triunfan. Los críos sacan la diversión de donde muchas veces no lo esperamos, y hacen de la falta de recursos, una virtud. Un trozo de cartón… lápiz… papel… unas telas… un bote… ¡¡¡Magia pura!!! ¡¡¡Dinamita!!! ¡¡Horas de diversión a coste cero, …!! No te lo querías creer, pero… ¡¡cree, incrédulo… cree!!
Y el ingrediente que mejor combina para maridar con esta idea, es… ¡¡¡fomenta tu imaginación!! Unas tijeras, unas cartulinas, unos rotus Carioca (vale… y luego si tienes unos que de verdad pinten bien, pues también…), unos cachos de celo… ¡¡¡y ya es la repera!!! ¡¡Vamoooos, vamos… Más majo y apañao que el barbas de Bricomanía!!

Además, que la falta de imaginación ya no te eche para atrás… ya no hay excusa tampoco, que para eso la Internete está petada de gente proponiendo cosas guapísimas, rollo DIY.

-Así que: …majete, no tires a la basura tan rápido ese tetrabrick del primo bastardo de Zumosol, que a poco que te apañes un poco, y seas pelín mañoso, igual te saca de un apuro y de ahí te sale por lo menos la Nostromo, el Coche Fantástico o el Empaier Esteit Bilding.
(Ahora bien: si no estás por maquearlo, ya te digo yo que no pasa náááá, veeeenga… Las más de las veces al menos pasará un buen rato simplemente royendo, babeando y destruyendo el brick. ¿¿Ves?? ¡¡Diversión igualmente asegurada!! 🙂 🙂
La imaginación es el mejor aliado del juguete.

5º- …Y ÚLTIMO (para no alargarme)

Lo que realmente importa de todo, por encima de ninguna otra cosa… es aprender rápido que no son los juguetes los que importan. Los enanos jugarán a lo que sea y con lo que sea. (La mía, está en la fase en que todo lo mira, todo lo toca y todo le llama la atención, así que literalmente, hoy por hoy, CUALQUIER COSA para ella es un juguete).

– Así que: …lo que importa ES QUE JUEGUES CON ELLOS. Es estrechar lazos, aprender, disfrutar juntos. Lo que un bebé o un niño suele demandar, es tu compañía. Que les hagas caso y que estés con ellos. Que jueguen con más gente, también es lo suyo: compis, amigos, vecinitos, entidades cibernéticas amistosas venidas de otra dimensión, lo que sea… Bueno, ya me entendéis.
(Ahora bien: hasta que les compres una PSP; entonces asume que a partir de tan entrañable y maravilloso momento de sus vidas, pasarán olímpicamente de tu lindo trasero, of cours yu nou guar ai min…?)
Si juegas con gente, lo pasarás más chupiguay.

Y para acabar, el ranking personal de nuestra Lechona, con lo más de lo más en aspecto juguetero, de este último mes:
los tres juguetes más usados por mi niña.

Y a la parroquia bloguera, ego pregunto… ¿Algún post molón sobre juguetes infantiles? ¿Con qué juegan o jugaban vuestros lechones…?

PD: en verdad, he de reconocer que si realmente pudiera, le petaría la habitación a mi Lechona, ¡¡de TENTE!! ¡¡¡UAAAHHHHHHH…!!! (En fin, cuando crezca, habrá que pasarse al LEGO…)

PD2: gracias a Padres Frikerizos por su memepost. (Ya conocía el Genereitor de antes, pero eso no quita que sea de bien nacido ser agradecido, porque son una herramienta fantabulosamente cachonda y sencilla, y gracias a ellos me he decidido a empezar a usarlos por aquí !!