Y yo con estas barbas

Relatos sobre mis experiencias y expectativas como padre novato


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DIY decoración maya

Hoy os vengo a hablar de una de las actividades anuales estrella del cole de mi pequeña Lechona: la Noche Mágica. Y como complemento, el pastel que os presento es la parte de lo que ha sido mi pequeña aportación, en forma de bonito tutorial DIY.

La Noche Mágica, es en esencia, una noche que pasan los más peques, los de la etapa de infantil, allí, en el propio cole: cenan y pasan la noche en el centro con sus profes. Y para que sea una experiencia realmente inolvidable y esperada cada año y no una simple actividad curiosa, todo ello va enmarcado en un proyecto educativo concreto en el cual trabajan durante las semanas previas, no solamente los niños y el cuerpo docente, sino también padres y madres. Se trata en esencia con esta actividad, de implicar también a las familias; de invitarnos a participar de una forma más activa de la parte más vital del colegio. De hecho, la colaboración de padres y madres es siempre crucial para que esta idea termine llegando a buen puerto, ya que en sus manos recae prácticamente toda la elaboración de la ambientación plástica de la misma.

Este curso, el tema elegido era la selva maya: ruinas, plantas, animales de la jungla centroamericana, esas cosas, vamos. Un tema muy chulo. Y cada familia, como cada año, arrima el hombro como puede y cuando puede. Casi todo madres, -todo hay que decirlo-, y el trabajo gordo se realiza en el propio cole en horario de mañana. Aunque por supuesto para el que quiera colaborar y no pueda acudir al cole a esas horas, hay tarea para llevarse y hacer en casa.

Y yo os voy a mostrar parte de mi pequeña aportación, la más «visible», por así decirlo. Además de forrar cajas para recrear piedras, me liaron para crear una especie de friso alargado, (que recreé dándole forma tipo relieve de una serpiente emplumada), y además elaboré una estatuilla decorativa (una cabeza enmarcada), -esto me apetecía a mí, vaya; que me dio por ahí…-

Y es esto último lo que os presento en este breve tutorial DIY, similar a aquel que os presenté sobre el Sombrero Seleccionador de Hogwarts, de Harry Potter, para que veáis que con un pelín de maña podéis sacar cualquier cosa que se os ocurra, con resultados la mar de apañados.  Mola, ¿ehhh? 😉

¡Vamos a ello!

#Paso 0: recopilar materiales

Este paso es previo a empezar, claro. En este caso, yo opté por hacer la estatuilla porque tenía ya la base ideal: un poco de plastilina para modelar una carita, y un bote vacío pequeño de ColaCao ( sí, queridos lectores y lectoras: el mismo del obsequio del Madresfera Bloggers Day’17. ¡Reciclar al poder!). Con ello en mente, era cosa hecha.

El resto de material, pinceles, brochas, papel de periódico, palillos de modelar, y la pintura (témpera o acrílico, lo que tengas), lo tenía por casa, y los cartones, la cola blanca y el marco de poliexpán, me los dejaron del cole. Los palillos de modelar ayudan, pero no son imprescindibles; de hecho, con los deditos de tu mano puedes hacer maravillas, y yo casi ni los usé. Una plancha de corte o un cartón grueso (para no cargarte la mesa) y un cutter (en el caso de la cabeza de la serpiente) también se antojan muy útiles, o directamente imprescindibles.

Vamos, que todo esto es material muy básico de manualidades. El remate del plumero lo compré aparte, eso sí, en un bazar del barrio.

#Paso1: ¡a documentarse!

Aquí repetiré el mismo texto que la otra vez: este primer paso, es esencial. Aunque uno no sea capaz de hacer más que un churro, si ni siquiera SABES cómo es un churro, malamente vas, mai frend… Así queeee… ¡a guglear por imágenes toca! A hacer una búsqueda de cositas mayas: escultura maya, arte maya, dibujos mayas… Lo que sea. No hay que copiar nada literal; es simplemente buscar inspiración y fijarse en detalles que luego puedas rescatar para tu proyecto.

En mi caso, lo que me decidió por hacer una estatuilla fue directamente el material con el que contaba, aunque también tenía en mente hacer un relieve (que finalmente no pude hacer por falta de tiempo) al estilo de la cabeza de la serpiente emplumada del friso de la entrada.
DIY primer paso: documentarse

#Paso 2: construyendo la base

Esta es la parte más importante de todo el proyecto: modelar una cara, con plastilina, sobre un bote de plástico. Pero es bastante sencillo, en realidad. El problema es que el bote era liso, y aunque la plastilina es grasienta y algo pegajosa, no puedes menear mucho el bote, porque la plasti se adhiere muy superficialmente, y puede irse desprendiendo con relativa facilidad.

Pero tú tranqui, a tu ritmo, dando la forma y la expresión que quieras, y al lío. Y sin muchos detalles, porque el resultado que buscas es algo medio tosco en esencia: no olvides que buscamos recrear algo así como una talla en piedra de hace mil años, así que… ¡No te comas mucho la cabeza!

DIY segundo paso: base

#Paso 3: forrando con papel

Una vez modelada la cara (ojos, cejas, pómulos, nariz y boca, y chimpún), toca ponerse con el papeleo: ¡Papel maché! ¡El rey de las manualidades! Es decir, recubrirlo todo con capas de papel (de periódico, en este caso, que nos interesa por lo fino que es y por la textura que nos va a dejar, arrugas y demás). Para ello, recordad nuestro querido… ¡¡Mejunje ART-ATTACK!! La fórmula típica nos irá bien: una parte de agua y una parte de cola blanca de carpintero, pero podéis hacerlo más fluido, si queréis.

Aquí es importante aclarar una cosa: la plastilina va a quedar «sepultada» debajo de todo ese papel, como si fuera un armazón, y por tanto, vas a perderla, ojocuidao. Así que usa una plastilina baratucha, o bien usa los desechos de tus peques.

Y si usas una de buena calidad y la quieres recuperar, te ofrezco dos opciones:

  • Cuando acabe la actividad, recupera el objeto, lo rompes y rascas lo que puedas. Así de fácil. Arte efímero.
  • Si no optas por eso, y quieres conservar la figurilla, tendrías que añadir más capas de papel para que haga una base más sólida, y una vez seca, recortar con un cutter con cuidado por el perfil (recuerda que irá pegado al bote), sacar toda la plastilina que puedas, y pegar de nuevo al bote todo ese perfil, por los bordes, con más papel maché. No es difícil, pero es más largo, rollo y algo delicado. Y en el proceso de añadir más capas, seguramente perderás detalles del modelado. Tú verás si te compensa.

Otra cosa es que uno parta de un material más barato (que se puede) para hacer la base, en lugar de usar plasti: arcilla, cartón, papel…

DIY tercer paso: papel maché

#Paso 4: dando los detalles

Una vez hecha la base, la cabeza, la estructura, queda añadir los detalles; todos los que quieras y que se te ocurran. Cuantos más, mejor (pero más implica más tiempo de curro también, claro, así que busca un límite).

Adornos, joyas, elementos decorativos, sombreros, lo que sea: dibújalos en un cartón, recorta, forra con papel maché como has hecho con lo anterior, y ve añadiendo a la estructura principal. Y así completarás toda la forma definitiva de la estatuilla. (O lo que sea que quieras hacer).

DIY cuarto paso: añadiendo detalles DIY cuarto paso: añadiendo detalles

#Paso 5: montando

En este caso, aprovechando que tenía un estupendo marco improvisado de corcho blanco (poliexpán), tenía en mente colocar la estatuilla como empotrada en el medio, para que luciera más y darle así también un contexto físico, a la vez que un soporte.

Para ello, simplemente pegué una plancha de cartón por detrás del marco, y recorté un hueco en el medio, donde incrusté la estatuilla, fijándola con cola y papel, del mismo modo que en el paso anterior. Si quieres reforzar, por detrás del marco, ya que no se ve, puedes hacerlo como quieras y usar lo que quieras: cinta adhesiva, cola, o lo que prefieras.

DIY quinto paso: montando en el marcoDIY quinto paso: montando en el marco

 #Paso 6: ¡pintura y acabado final!

Ya solamente queda el remate: ¡la pintura! Esto es lo que lo unificará todo: nos generará el aspecto que queremos y nos proporcionará la textura que buscamos, todo a la vez. En esta última parte, igual que con las demás, puedes esmerarte más o menos dependiendo del resultado que quieras. A poquito que hagas, ya va a quedar de fábula, os lo aseguro.

En este ejemplo, apliqué primero una mano de color negro, o gris muy oscuro, muy líquido, para cubrirlo todo, como base. Y sobre esa base, fui pintando las «luces», es decir, aplicando gris más claro o directamente detallitos casi en blanco, para sacar el aspecto que me interesaba, por encima.

En este punto, para aprovechar bien la textura arrugada, la mejor técnica para hacer esto, es usar poca pintura y frotar por encima suavemente, para que la capa permanezca por las zonas superiores y no penetre en los pliegues; es lo que se conoce como técnica de «pincel seco». (En Internet tenéis mucha información sobre esta técnica).

DIY último paso: pintando

…¡¡Y terminadoooooooooooo!!  

Y así es como quedó al final. Os muestro también el resultado final de cómo quedó todo colocado en la fachada del colegio:
DIY estatuilla maya resultado final
la fachada del colegio, decorada como unas ruinas de la selva maya
de noche, la fachada del colegio, decorada como unas ruinas de la selva maya
Detalle del friso con la cabeza de la serpiente emplumada
Colocación final de la estatuilla

 

Al final, el cole se ha quedado las piezas para guardarlas y conservarlas en sus fondos, y lo pondrán en alguna parte, así que estupendo, porque el 99% de todo este currazo, termina fulminado al día siguiente…

¡¡Espero que os haya gustado!! 😉 


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Complemento de disfraz DIY sobre… Harry Potter

En mi línea de publicación actual, que me está llevando a postear al ritmo que un Jabba el Hut con lumbalgia quemaría kilómetros subiendo el Tourmalet en un patinete herrumbroso, vengo con una entrada, ya de por sí desfasada… ¡Un DIY para carnaval!

-«¿Pero estará tonto este tío…? ¡Si acaban de terminarse los carnavales…!»-

¡Pues precisamente…! Como decía, y para no faltar en la línea cutre de este blog, aquí el Menda, llegando tarde siempre a todo, como es habitual. ¡¡Como siempre, dando aquí el 95%!! Y, por supuesto, sin imágenes reales de los pasos intermedios, faltaría más… (Ya que la idea de convertir esto en CUTRORIAL para el blog, se me ocurrió con el sombrero ya terminado, y no saqué fotos del proceso). Total… ¿Para qué…? ¡¡Pues no pasa nadaaaa...!! ¡Que no panda el cúnico, gente…! Que aquí somos muy apañaicos y solucionamos eso en menos que se tarda en decir: -«La parte más importante de una máquina del tiempo es el Condensador de Fluzo…»-

Así que, si lo miráis desde el punto de vista de: -«OHHHH… Podría servirme… PARA EL AÑO QUE VIENE (ya que el Pequeño Nicolás o Pablo Iglesias para entonces no seguirán de moda…)»- o bien el de: -«Hmmmmm… Bonita idea para la fiesta de disfraces que haré en JULIO…»-, pues entonces… ¡Todo solucionado!

(A lo mejor simplemente se puede mirar como un claro y rastrero ejemplo vanidoso de narcisismo ególatra supino del que os escribe, para intentar fardar humildemente del complemento para disfraz tan molón que se ha currado…) Pero vaya, que cada uno es libre de pensar lo que quiera.

Bueno… al turrón: que el tema pintaba para hacernos unos Jarri Poters de la Casa Grifindor. (Yo hubiera ido de Slytherin, que molan más, pero bueno; no viene al caso, y lo solucioné poniéndome un cartelito chorra en la espalda, por la coña). Buscábamos algo sencillo, rápido, pintón y barato, y aquí mi Churri, una fan, ella… y muy liiiiista… pues pensó con maravilloso criterio: -«Una túnica negra, unos cachos de fieltro para las bufandas, un palito de la calle, ¡y arreando…! Y así de paso practico con la Singer»-. Y todos contentos. (Por cosas como estas es por lo que la quiero tanto).

El problema es que yo… me lío. ¡Me lííííoooooooooo… cosa mala! El concepto, mola… pero se me quedaba corto. Yo, si me meto en el charco, si puedo, es para embarrarme hasta las orejas. Después de renunciar (por falta de tiempo y por aprovechar material, no por falta de ganas), a currarme un disfraz de jugador de Quidditch, pensé simplemente el adornarme con algún complemento. ¿Para qué dejarlo estaaaaaar…? ¡¡PUES NOOOOO!! Yo soy así…

…¡¡¡Y qué mejor complemento, pensé yo, que el maravilloso SOMBRERO SELECCIONADOR DE HOGWARTS!!! 

Era una idea brillante: un poco de papelucho, un poco de cola blanca, unos toques de pintura… ¡¡y apañao!! ¡¡GENIAAAAALLL…!! Así que…

…¡¡ahora amigos, a por un poco de mejunje Art Atack, que os cuento!!:

 

#Paso1: ¡a documentarse!

Este primer paso, es esencial. Aunque uno no sea capaz de hacer más que un churro, si ni siquiera SABES cómo es un churro, malamente vas, mai frend… Así queeee… ¡a guglear por imágenes toca!

#Paso 2: recopilar materiales

Una vez tienes claro qué hacer… toca el cómo. Yo tiré de morro y de fondo de armario (de Churri), y pillé directamente un sombrero cutre (de Churri), que tenía de una despedida de soltera. ¡Total, pocas veces más lo va a volver a usar, me parece!

Así puedes partir de una base perfecta, y solamente tienes que forrarlo. ¡Te ahorrarás mucho tiempo en medirte la cabeza, plantearte cómo hacer el orificio para la almendra, y comeduras de tarro diversas…!

Para hacer el forrado, yo recopilé periódicos durante toda la semana anterior… ¡solamente para darme cuenta de que si usaba el rollo de papel continuo marrón que tenía por casa, me iría mucho mejor!

Cola blanca de carpintero (o escolar), cinta de pintor (o de carrocero; de papel, vaya…), una brocha, un pincel, y dos o tres tonos de color para el acabado. (Yo usé pintura acrílica, porque las tenía a mano; podría ser témpera o gouache, por ejemplo, a falta de otra cosa… Cualquier cosa que sea al agua, y no suponga liar la del pulpo…) ¡Y cartón! Una buena caja. ¡Nunca subestiméis el valor de almacenar alguna caja de pañales por ahí! (Vuestro Diógenes interior os lo agradecerá…)

Primer paso para hacerte un bonito sombrero seleccionador

#Paso 3: construyendo la base 

Lo primero, pillar un buen trozo de cartón, y usarlo como base para apoyar el sobrero. ¡No queremos manchar nada y vuestros queridos muebles lo agradecerán! Y con otro trozo alargado, hacemos como podamos una especie de cono, que pegaremos sobre el cuerpo del sombrero, para elevarlo y darle su forma de gorro de punta característica, por un lado, y darle fuerza y resistencia por otro: es una buena base sobre la que empezar a pegar papel y modelar la forma final. ¡Ayúdate de la cinta de pintor en este paso! Me hubiera gustado también ampliar el tamaño del ala del sombrero, para hacerlo más fiel, peo me conformé con el que ya tenía. De haber tenido más tiempo, ¡lo habría hecho añadiendo cartón, igualmente!

Segundo paso para hacerte un bonito sombrero seleccionador

#Paso 4: forrando y dando detalles

Aquí está lo majo del asunto… Se trata de ir forrando el gorro con el papel. En este caso, el papel continuo (tipo kraft) marrón, queda genial, porque va perfecto con la cola y el mejunje Art Attack, y además tiene de serie un color genial como base para poder pintarlo luego. ¡Con papel de periódico habría tenido que aplicar más capas de pintura, seguro!

Primero, lo forramos entero, y le damos una primera forma general y tamaño final al sombrero. Podemos intuir muchos de los pliegues y detalles finales, desde el principio, pero sin prisa, porque siempre se puede pegar más papel por encima más adelante. Nos ayudamos bien de la cinta de papel y de la cola para que no se mueva mucho, y fijar esas puntas rebeldes que siempre sobresalen. Yo, en este punto, le di después una pasada más o menos general de mejunje Art Attack (50% cola, 50% agua… Así a ojímetro por ciento, pero vaya… Mézclalo a tu gusto según lo que necesites), para intentar endurecer un pelín la superficie cuando se secase.

Después, vamos modelando con cartón y más papel los detalles principales que van a formar parte del rostro del sombrero: yo empecé recortando una especie de triágulos de cartón para formar la parte superior de la boca, dos más pequeñas para los pómulos, una especie de V muy abierta para las cejas, y unos churros para unirlos a la base del sombrero y crear el labio inferior. ¡¡De nuevo, importante fijarse en el modelo original, para pillar ese aire!! Aunque al final (así que no os comáis mucho el tarro con los parecidos…), no importa tanto el ser muy fiel, porque al fin y al cabo, ¡podemos hacerlo con la mueca o expresión facial que queramos! ¡¡Es un sombrero que habla, por favor!!

Una vez pegados esos trozos al cuerpo del sombrero, procedemos a recubrir de nuevo todos esos trozos y huecos con papel, y así ir acabando el modelado de la forma: podéis ajustar los detalles tanto como queráis (y tiempo, mejunje y papel tengáis), ya que lo suyo es acabarlo más o menos para que quede todo pegadito. Así se cierran espacios y ángulos, y se pueden generar nuevas formas, como arrugas, pliegues, etc.

Tercer paso para hacerte un bonito sombrero seleccionador
Cuarto paso para hacerte un bonito sombrero seleccionador
Quinto paso para hacerte un bonito sombrero seleccionador

#Paso 5: ¡pintura y acabado final!

¡Ya casi está! Ya tiene la forma definitiva… ¡Pero todavía hay que darle vidilla con el color! Usando ese papel, es fácil que quede bien con casi nada. Yo apliqué con una brocha mediana una primera capa de marrón oscuro (técnicamente, un tierra siena tostada acrílico, pero cualquier marrón que tengáis a mano valdrá, en serio…), mezclado con bastante agua, para que la pintura fluyese bien por los huecos (¡¡pero no tanta agua como para que se desmorone y se deshaga el papel, ojocuidao!! Que no se trata de bañarlo, tampoco). Mientras la pintura está húmeda, puedes frotar con un trapo por diversas zonas que quieras que se mantengan con un tono más claro, tipo salientes, o algo así, para quitar pintura y que quede más clarito, dándole volumen a la cosa.

Una vez seca, lo repasé todo de nuevo con otra capa del mismo tono, para oscurecerlo y unificar más la textura en general, y le añadí algún toquecillo de color más claro, de ocre, con pincel, por las zonas que quería que quedasen más remarcadas, como los bordes de la boca y las zonas que más se resaltan, y más oscuros en las zonas tipo interior de los ojos, boca, etc. Los detallines, vaya.

Sexto paso para hacerte un bonito sombrero seleccionador

¡¡Terminadooooooooooooooohhhhhh…!!  

Y aquí, por fins¡¡Vualá!! El resultado final:

El DIY del Sombrero Seleccionador de Hogwarts
El Menda, nuevo alumno Griffyndor de Hogwarts

Un toque molón para vuestros disfraces de Jarri Potter, ¿verdad? Por supuesto, se admiten modelos más sencillos para los peques (en el fondo lo que mola es la idea…), y sobra decir que este puede ser un proyecto curioso para dejar (en ciertos aspectos, como todo el proceso de pegar papel, cinta, o pintar…) participar en él y que nos ayuden, nuestros minirreyes de la casa.

(Vale… Sí… Estoooo… Muy bonito todo. Ahora bien… ¿¿¿Y ahora dónde carajo guardo yo esta cosa, ehhhh…???)

PD: el cartelito chorra de la espalda, que se me olvidaba:

Yo en realidad quería ser de Slytherin

PD2: mi querida Lechona estaba para comérsela, de Jarri Poter, -sobra decirlo-; y Churri estaba como Hermione… ¡pero en buenorra! 😉


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Mi primer DIY como padre

Entrar en el 2.0, y verte irremediablemente atrapado por él (en el buen sentido…), es todo uno. Hoy, presento una nueva sección del blog con algo en lo que siempre caemos los papis y mamis antes o después, de una forma u otra: ¡¡El mundillo DIY!!

Se acerca el fin de curso de nuestra retoña en la escuela infantil, y nos apetecía darle un detallín a Sandra, la educadora que se ha hecho cargo de nuestra Lechona en estos, sus primeros meses de vida estudiantil. Ella ha sido la primera de la que será -esperamos- una laaaaarga lista de profesionales docentes que guiarán a nuestra peque por el maravilloso reino del saber y el conocimiento.

Y aprovechando las ventajas blogueriles, uno se pone a mirar… y de repente, realmente sin matarse a buscar, puede llegar a encontrar en relativamente poco tiempo, alguna solución interesante y cómoda para sus propósitos. En mi caso, tenía un par de detalles en mente, sacados a relucir gracias al fruto de bichear por el estupendo blog de Cosas Molonas. ¡¡Muchas gracias desde aquí a Lara y a Noelia!! ¡¡Aquí tienen a un fan!!

Al final, el resultado por el que nos decantamos en casa, fue el de hacer un broche de fieltro personalizado, con el retrato de la susodicha profe. (La gracia era un poco esa, el que fuera personalizado). No recuerdo ahora mismo de qué blog saqué la idea, pero estaba entre eso, y una taza. Y este es el resultado:

Broche de fieltro DIY con la profe de la Lechona.

Las fotos no son gran cosa y no muestran realmente el proceso… ¡Porque la idea para el post me vino cuando todo estaba ya hecho! Pero al menos deberían dan una idea…

Todo está elaborado con cosillas que teníamos ya por casa y con retales varios, así que no nos ha costado ni un chavo ni hemos tenido que comprar nada.

Os cuento el proceso

1º) Lo primero, dibujar a la homenajeada. Pillas una foto de las que tengas, de estas que van rulando de los distintos eventos que van haciendo en la escuela a lo largo del curso, en la que al menos se la vea un poco bien, para sacar algún detalle, y con eso ya tienes una plantillita que te sirva para currar. (Puedes optar por diferentes grados de iconicidad, en función de lo que te lo quieras trabajar; básicamente es, de menor a mayor grado de detalle, desde el modelo fofucho hasta el modelo Rembrandt, todos los escalones intermedios que quieras; es decir, más monigote o menos monigote).

2º) Lo complicado del asunto: plantear una estructura del broche por capas, y recortar de piezas en función de la profundidad y el relieve que quieras que tenga (que a su vez seguramente vaya supeditada a cómo sea el dibujo). Creo que así queda más bonito y le da profundidad al broche. Todas las piezas recortadas y cosidas en el mismo nivel quedaría bien también, pero daría demasiado trabajo, creo; pegadas al mismo nivel, creo que molaría menos. Si las piezas van pegadas, yo lo prefiero así.

3º) A medida que vas recortando, vas pegando y montando las distintas piezas del puzzle, unas con otras, con cola. La cola hará que se endurezca un poco el fieltro, lo que hará que el resultado final gane en solidez.

4º) Para terminar con el broche, añades los detalles con un rotulador de punta fina (ojos, cejas, detallinos varios…), y preparas la trasera. Para eso, recortas un trozo tipo silueta, con un par de orificios centrales para insertar el imperdible.

5º) ¡Hay que hacer un envoltorio para meter el broche! ¡OMG! ¡¡¡Y yo con estas barbas!!!

¡¡Pues no passsssssssssaaaa nada, oigan!! La güeb está petada de ayudas inestimables. Bicheando, me topé con los divinos post a ese respecto, de las chicas de Cosas Molonas, y en concreto, me decanté por el modelo nº 4 de este, por su sencillez, rapidez, y porque me servían las cosillas que tenía por casa: un papel grueso, un papel texturado para el forro, detalles recortados de papel de regalo, y un trozo de trapillo para anudar y hacer el lacito de turno.

6º)  Y como guinda del pastel, una pequeña tarjeta para meter en la cajita junto con el broche, con un monigote (aprovechado del blog, jejeje) de la Lechona, con una pequeña dedicatoria.

 

El diseño de la caja

Haciendo una tarjeta

El broche terminado

La parte trasera del broche

Montando la cajita

El resultado final

 

Así que nada… un rato (generoso) de curro, que pudo quedar mucho mejor de haberlo planificado bien, pero que salió majo, por lo menos para salir del paso y dado el tiempo invertido, creo.

¡Y lo mejor es que a la chica le gustó! Así que… ¡¡Objetivo conseguido!! Simplemente era un detalle, así que creo que ha salido bien.

¿Qué os ha parecido mi primera incusión en el DIY para papás? (Churri me echó una mano recortando cosillas y aportando más coñas, ¿ehhh…?).

Y ahora, en agosto… a por el gran reto, con el que ya voy con una añaco de retraso. De este, tiene que darme para dos o tres post, por lo menos…:

…¡¡¡LA DECORACIÓN DE LA HABITACIÓN DE LA LECHONA!!!

( Así que… …de sou mast gou on, pípol!!!)  🙂 🙂 🙂