Y yo con estas barbas

Relatos sobre mis experiencias y expectativas como padre novato

Dos caras distintas de esto de… ir creciendo

26 comentarios

La tarde de este martes se me cruzó como uno de esos días en los que intuyes de alguna manera que marcarán una diferencia; ya sabes, uno de esos en que podrías decir, sin temor a meter la pezuña en un charcazo de agua hedionda, eso de: -“Pues fíjate, que el día de hoy hasta podría marcarlo en un calendario, y todo…”- Que podrías pintar una línea en el suelo, y dejar una fecha con una notita al margen, vamos.

Aquí no tengo a mano un calendario colgón de esos, para apuntar cosas… Pero tengo algo mejor: un blog. Así que dejaré constancia escrita aquí, para los restos.

Resulta que hace un par de tardes, se juntaron a la vez, ohhh, azares de la laif, dos mundos, dos fuerzas, dos realidades paralelas y cotidianas con las que nos tocará lidiar, y condenadas a entenderse y convivir, en buena lógica. El martes, en apenas un rato, se urdió un conciliábulo contumaz, en frío, crudo y sin presentaciones previas, en pleno fuero interno de nuestra querida Lechona; y a cuya llamada acudieron dos protagonistas, tan reales como ciertos: las dos caras (y consecuencias) del hecho incontestable de que la niña está creciendo A TODA PASTILLA.

LA CARA

Por un lado, ayer fue un día en que os juro que pensé: -“¿¿Qué narices le habrán echado al agua de esta niña hoy…?? Que esta tarde NO SOLAMENTE NO PARA DE HABLAR, ¡¡sino que además parece haberse sacado de debajo de la chistera del mago, como tropecientas palabras nuevas!!»- ¡¡¡Una cosa flipante…!!! Ayer la noté como pletórica… Como si de repente hubiera avanzado… no sé… de un día para otro, unas cuantas semanas del tirón, en cuanto a expresiones, vocabulario y demás. ¡¡La noté muy viva… Muy despierta…!! Muy MAYOR, en definitiva. Realmente, lo noté MUCHO. Y no dejaba de asombrarme… ¿Pero cómo es posible esto…? ¿Cómo has podido aprender tantas cosas hoy…? Imaginaos… Si me llamó la atención, a mí, su padre, que la veo todos los días, y la escucho, y la observo… Y muchas veces cada día me parece un calco al anterior. Y ayer, no sé a cuento de qué… la noté un cambiazo en ese aspecto. Una cosa muy loca…

LA CRUZ

Pero por otro lado… también sacó a relucir el primer episodio de lo que me imagino que será una de esas series NEGRAS que a todo niño le da por querer dirigir, producir, escribir y protagonizar en algún momento de su primera y tierna infancia: leidisanyentelmans… les presento a… ¡¡las RABIETAS!! Así, con mayúsculas y letra gorda. Una serie cuyos episodios, por supuesto, los pacientes y temerosos padres desearían perderse a toda costa como sea. –“Mira… Yo es que soy más de comedia ligera, ¿sabes? …A mí, esto de los dramones carcelarioooooossss… ¡Como que no es lo que más me tira, chatín…! Así que mejor, nos lo ahorramos todo esto, todos, ¿vale…?”-, que dirán muchos padres en estas situaciones.

Y es que… ayer debió desatarse una buena. Según Churri. Porque yo, me la perdí… Por suerte. Supongo. Pobrecita mía.

Vamos los tres al híper… Yo, llevando el «peso» de la compra; nuestro flamante nuevo carrito de cuatro ruedas en la diestra, y la lista en la siniestra, a mi rollito moreno, y tratando de ir ganando tiempo. Churri, con la amorosa Lechona, más rezagada, llevándola como puede.

(Aquí es cuando elijo gastar el comodín del inciso: quería haber escrito un post entero sobre esto hace ya tiempo, pero en fin… ya sabéis. Resulta que desde que la niña anda —¡¡y cómo anda, ya…!!—, los viajes a la compra con la niña se han vuelto, digámoslo abiertamente… toda una aventura. O todo un marronazo. Ya no la llevamos en la mochila casi nunca, porque quiere andar; y en la sillita, pues… según nos venga el viento, por más de lo mismo. Lo suyo es que ande, que corra… y que se canse un poquillo. Y claro… Es entrar por el primer pasillo, y querer atacar desde el segundo cero, a todo objeto que se le cruce desde las muy atractivas y bien colocadas estanterías. -«¡¡¡A tocarlo todoooooooo… OEEHHHOEHHH… Vengaaaa… Locuróóóóóóónnnn…!!!»-

Así que claro… Hay que estar TODO EL RATO ya con ella, pendiente… Y no nos da la vida -ni las lumbares- para ello. Venga… Fin del inciso).

Al poco aparece Churri… con cara de pocos amigos… y que se pira para casa. Que está muertamatá, y que la niña está cansada igual. Yo… pues que muy bien, pero ya que abulta, que no me va a caber en el carrito, y que solamente es un bulto… -«…Si puedes, llévate tú el papel higiénico, anda, que yo me llevo todo lo demás»-. En fin…

Adiós a mi nuevo carro de la compra.

Y en esas, sigo con la compra un rato más, y llego a casa. Abro la puerta, y veo a mis dos chicas que ya están a la mesa; la niña cenando como si tal cosa, y Churri mirándome con cara de perro apaleao…:

-«Tu hija acaba de tener su PRIMERA RABIETA. ¡Veinte minutos largos he tardado en llegar a casa! No me he metido directamente en la cama cuando he entrado por la puerta… ¡Pues no sé todavía por qué…! Resulta que ha sido salir por la puerta, y la niña ha explotado; se ha puesto a llorar, y no ha parado. Y no paraba, y no paraba… En plan de tirarse al suelo, patalear, y privarse, como hace ella… De quedarse sin respirar. Y y yo allí, con el percal. Y al final he tenido que venir con ella colgando como un fardo de peso muerto, como un saco de patatas, de un brazo, y el paquetorro de papel del culo en el otro, que no sé ni cómo lo he hecho, que no me podía ni mover. ¡¡Muerta estoy…!!»-.  

Y yo, claro… ojiplático, pues es poco. Al final resulta que la niña sí que estaba DEMASIADO cansada… Y la sala de máquinas reventó, al parecer. Yo no lo vi venir, desde luego; no parecía muy diferente a otras veces. Si no, no la hubiera dejado irse sola con la niña y el paquetón, así como así. Pero claro… Siempre hay una primera vez para casi todo. Y ayer, pues tocó una. Y se la comió Churri enterita. Primer plato, segundo plato, y postre.

Pero además, por lo visto, fue llegar a casa las dos, seguir lloriqueando la cría un pelín más… y en un santiamén, ¡volver a su rollito normal, y la niña como si no hubiera pasado nada! Y tan pichi. ¿¿Cómo te lo comes, eso…??

Así que… ayer comprobé en mis carnes cómo puedes pasar de la sonrisa más inesperada, del Orgullo de Padre™ más asombroso, de tener uno de esos momentos que te marcan y en que realmente piensas -«¡¡Es que me la cooomoooo… Aynnnssss!!»-, a la estupefacción más absoluta y el desconcierto más repentino, con bajonazo de campeonato. Así, en un chasquido de dedos. De la azotea más luminosa del más alto rascacielos bajo el más radiante de los cielos, te caes a los sórdidos y lóbregos túneles del metro… y más abajo. Una caída con hostión de órdago, en apenas un parpadeo.

¿No querías emociones fuertes en tu vida…? ¡¡Pues aquí van dos tazas en la misma ronda, jefe!! Joder… con la niña. ¿Pero esto de las rabietas no era más adelante…? ¿Ya…? ¿Tan pronto…?

En fin… Asúmelo, chico. Tu lindo bebé cada día está más lindo… pero cada día tiene menos de BEBÉ. Qué alegría, mira tú… Pero qué pena me da.

 

Autor: ¡Y yo con estas barbas!

Ilustrador, diseñador y orgulloso nuevo papá de una lechona linda como la brisa del mar... Ando en constante diálogo con el día a día, persiguiendo a esa esquiva, la plena felicidad.

26 pensamientos en “Dos caras distintas de esto de… ir creciendo

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  3. Ains, como crecen y nos van dejando de regalo esos momentazos en los que unos piensa, ¿y cuando llega la calma? Ja, ya nunca, eso esta claro, pero seguimos teniendo esos momentos ¡me la como! que por el momento lo compensan todo, o casi todo ¡que carajo! Que gran verdad nos cuentas

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  4. ai…tan pronto!?? a prepararse! la mia primera paso de puntitas por las rabietas (y le dieron tardias) y la segunda….la segunda mejor que no le de en la calle que sino….
    al super a la compra del mes va uno de los dos adultos solo…a una compra corta igual vamos los 4. Un rato cada uno con una niña en cada carro. Al final termino yo con las dos paseando por pasillos de los que tienen cosas para niños…(si, parece que deberia ser lo contrario) pero asi miramos y miramos y les digo…vamos a ver todo lo que hay para cuando venga el cumple? jajajaja…pero si, al final siempre salen con una chorradilla…pero es que si las dejo en el suelo…no la sllevaría nunca nunca

    de lo de crecer ni me digas…la peque desde que tuvo crisis de comida y le corte el pelo que la miro y me digo a mi misma «ya no hay más bebes en casa» y entonces, ella viene y se apretuja y la cojo en brazos, me siento con ella…lo que sea para autoconvencerme que todavia hay algo de bebé en ella…

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    • ¡Hola Lai…! Pues sí, chica… Yo lo veo muy pronto TODO, ya… a estas alturas. Yo, esa sensación de muchas madres que, con 2 años o 2 y pico siguen llamando «bebés» a sus cachorros… pues como que no la tengo. Hace ya muchos meses que, para mi desgracia, tengo la sensación de mi lechona ya no es un bebé… que un bebé es otra cosa. Otra cosa… más pequeña. (Claro que quedan restos de bebé en ella, por supuesto… pero ya sabes a lo que me refiero, como dices tú).

      Va muy rápido, todo… ¡Mierda!

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  5. Guau, sí que crece la lechona. El mío va despacio hasta en el tema de las rabietas, aún no ha tenido ninguna con 26 meses y toco madera. Porque como estoy sola con él me las comeré todas yo y me voy a morir, seguro. Es increíble cómo cambian de semana en semana, y a veces los progresos parece que son cosa de un día. Ánimo y la siguiente rabieta que te toque a ti, por compensar 😉

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    • ¡¡Crece que se las pela, chica…!! Yo, si fuera tú… ¡¡no tendría ninguuuuuuuuuuuna prisa en que llegara esa fase!! ¿Para qué correeeeeeeeeeerrr…? Es más, si con suerte se distrae, se sale «del camino», y se busca un senderillo palalelo por el que transitar… Y SE LIBRA de esa etapa… ¡¡agradécelo como agua de mayo, cielo!! Porque esto tiene pinta de ser un follón y un rollo patatero, de mucho cuidado…

      Y si la segunda rabieta viene, y le pilla a la abuela, o al vecino del quinto… pues no te creas que me voy a poner muy triste, no… ¡Que eso de compensar o equilibrar la balanza del karma, está muy bien, pero si es como Hacienda, que te sale a «devolver», y no a «pagar»! Jajajaja… (Pero sí… Hay que repartírselo, sí… ¡Qué remedio! O mejor… ¡Que no le toque a nadie! Y todos contentos).

      (Por cierto… ¿No está el papá de la criatura por ahí a pie del cañón para gestionaros con el peque, mano a mano…? –Hmmm… Acabo de caer en que igual estoy preguntando de más…–)

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      • Ay, ¡no! No es eso, es que vuelve a casa de trabajar por la noche, cuando ya está dormido. Ojalá sea lo que tú dices y evitemos las rabietas. Para vosotros ¡mucho ánimo!

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  6. Como te entiendo!!! He pasado por todo como tu!!! Cuanto tiene ya la niña lechona? Como crecen!!! No pueden parar!
    Pues lo de hablar llega un momento que incluso cuando yo creia que hablaba mil se soltó todavia mas! Y es que no se calla!! Habla con los juguetes, sola, con nosotros, con otros niños… Etc… Y por lo de las rabietas… Buff ella empezo antes del año!!!! Yo tambien me preocupe mil porque eso no llegaba a las 2 añis??? Y es que si va a mas… Me mudo de pais!!! Aunque la verdad es que desde la primera rabieta a ahora es mas controlable! Ella es muy facil de entretener asi que basta encontrar algo que le llama la atencion (un juguete, animal,..) para hacerla salir de su rabia poseida! Respecto el supermercado tambien pasamos por ello… Que infierno! Quitaba i ponia todo a su antojo en las estanterias, y a eso le hemos encontrado una solucion!!! La hemos hecho participe de la compra… Cogemos nosotros los productos y se los damos a ella para que los meta en el carro, luego le drjamos empujar el carro y cuando se cansa ella misma pide ir en brazos! Probadlo puede q os funcione 😜 ya m contaras! Un abrazo compañero q todo con el tiempo va mejorando!!

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    • Pues mira… Todavía no tiene el año y medio. ¡Pero me parece una pasada lo rápido que va creciendo; lo rápido que va todo…! ¡¡Te pones a mirar vídeos o fotos de hace unos cuantos meses, y parece que ni la reconoces!! ¿Cómo pueden crecer tan rápido…? ¡¡Debería haber leyes frente a eso!! Jajajaja…

      Lo de tu método del súper ya lo hemos probado… más o menos. Le dejamos coger alguna cosa, y la va levando por todo el centro comercial. Al final, antes de ponernos a la cola para pagar, se la cogemos y si nos pilla bien, la llevamos a su sitio… y si no, ¡donde podemos! ¡Seguro que somos el terror de los reponedores! (¡¡Lo sentimos, gente…!!) Pero intentaremos perfeccionarlo, ¡así que muchas gracias por el consejo!

      ¡¡Otro abrazo para ti!! 😉

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  7. Ayyyyyy locuroooooon amigo jajajajajaj, aqui no han durado mucho, coincidió con comienzo de guardería, dos años y poco y llegada de Pixel pero le duraron un par de semanas. Ahora de vez en cuando se pone tonta pero nada de llorar y tener que arrastrarla como a un perro, afortunadamente no hemos tenido de esas muchas, así que hay esperanza, de verdad.
    De lo que hay poca esperanza es de la compra, con tal que andan…carrito lleno de mierdas varias que no sabes cómo narices han llegado ahi si tu hija no llega casi ni a la primera repisa. Aquí ya nos hemos pasado a la compra por internet por muchos motivos pero el principal era por ganar tiempo para otras cosas y oye muy recomendable.
    Un abrazo y animo con la locura transitoria de estos miniseres

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    • ¡¡¡Aysssssss…!!! ¿Ves…? ¡Chewy es otro ejemplo de niña a la que las rabietas le llegan… a su debido tiempo! ¡¡Mi Lechona todavía no tiene ni el año y medio!! ¡¡Exijo y reclamo los meses de paz espiritual que todavía se me deben!! Jajaja…
      Lo de la compra por Internet debe convertirse ya en un «must», está clarinete… Y desde luego, lo del tiempo va a ser la principal ventaja. Lo que no sé muy bien es cómo vamos a almacenar cinco cajas de 6 litros de leche del tirón, entre otras cosas, pero bueno. ¡Nunca es tarde para volver a jugar a TETRIS!

      Y espero, por nuestro bien, que este haya sido un episodio… pasajero… y que no se repita en mucho tiempo, claro… Por contra, con lo hermosa, lo graciosa y lo espabilada que está, se me quitan los males rápidamente. ¿¿¿Ya os he dicho que me pirra mi pequeña…??? 😀

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  8. Me da pánico esta fase de las rabietas porque mi bichilla tiene una mala leche reconcentrada digna de estudio. Si ya en enfados normales de bebé la lía parda ¡no quiero pensar cómo va a terminar la cosa cuando la ataquen las rabietas! ¡Señor, llévame pronto! Y devuélveme cuando haya pasado al adolescencia de mi churumbelita.

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    • Jajajaja… ¡¡Lo mismito que pensaba yo, Lucía!! -«¡¡Señor, líbrame de esta, y te prometo que… limpiaré más los cristales de la cocina para poder mirar al cielo con más claridad!!»- Jajaja…

      Realmente espero que la cosa no sea muy grave y que no vaya a más. O que si vienen, que vengan de muuuuuuuuuuucho en mucho. Por cierto, si te van a estudiar la mala leche de la Bichilla, ya me pasarás el número de la gente esa, ¡y me los mandas para acá, guapa! 😉

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  9. bueno, es una pequeña introducción para lo que viene… pero luego uno aprende a vislumbrar la posible rabieta y a poner remedio antes de que sean de órdago… la experiencia va a ser un grado 😉 PACIENCIA

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    • ¡¡Pues sí…!! Eso me temo… Sería demasiado optimista pensar que es algo que NO va a volver a repetirse nunca más, ¿verdad…? Jajaja. Aunque, oye… ¿Quién sabe? Igual ocurre un milagro y no lo vuelve a hacer… ¡¡Estas cosas ocurren continuamente!! ¿Cierto…? ¿A que sí…? ¿A QUE SÍ…? jajajajaja…

      Ya he leído alguna cosa sobre el tema, y efectivamente, como dices… uno aprende a gestionar mejor estas cosas con el tiempo, por lo visto. Y gran parte de la ayuda viene, como comentas, de reconocer «los signos» que pueden llevar al crío a entrar en modo «LO-VEO-TODO-ROJO», y tratar de anticiparte.

      Por eso, la idea de empezar a cambiar ya algunos aspectos de la rutina semanal, como la manera de hacer la compra, por ejemplo; que la niña no tenga que venirse obligada a comprar. A veces está bien, un rato… Se distrae, y tal. Pero creo que el problema es que para ella, a las horas que son (el umbral del fin de la tarde), habrá días que esté más cansada, y se le acaben las pilas antes de terminar la compra. Y claro… pues igual ahí puede empezar a liarla parda, como el otro día. Así que, empezando por algún sitio… trataremos de evitar eso.

      Y sí… ¡Totalmente de acuerdo! Como suele decirse… ¡¡Dios mío, dame PACIENCIA… …porque como de me des una GUILLOTINAAAAAAAAA…!! 😉

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  10. Pues sí, la compra por internet es lo más grande que se ha inventado desde el Día de la Madre… y sobre todo para estos casos!

    Lo de las rabietas, pues efectivamente es un coñazo de tomo y lomo pero hay que pasarlo como se pasa un dolor de muelas; con mucha paciencia y sabiendo que más tarde o más temprano se arreglará la cosa y se acabarán los dolores.

    Y lo de hablar mucho, pues aquí la primar londinense de La Lechona no veas cómo se suelta ya. Me pone la cabeza loca y al mismo tiempo alucino, flipo y me parto el culo de escucharla hablar – y cantar! – ya muchos ratos y sin parar!! Cuando sean más mayores vamos a cagarnos la pata abajo con el cotorreo que se traigan!!! Jajajajajaja!!!!

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    • ¡¡Hey Bro’!! Pues sí, majo… Así se las está empezando a gastar ya aquí, tu sobrina. ¡Qué movida! Cada día me va recordando en más cosas a su primo el grande, jajajaja.

      Tengo que mirarme lo de la tablet para poder enchufar el Skype en condiciones, para vernos decentemente, y escuchar a la rubita en directo.

      Desde luego, si aquí la enana sale a la familia de su madre… ¡¡Ya puedo ahorrar para aspirinas, por el cotorreo que se nos puede caer encima!! ¡¡Ya me estoy imaginando el dolor de cabeza…!!

      ¡¡Abrazos gordos y fermosos para todos!!

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  11. ¡Bienvenido! Llevamos cinco meses, desde que Mara empézó a andar, con esas. Rabietas y una odisea en cada salida. Luego, claro, se compensa con momentos para el recuerdo. Y sí, crecen tan rápido. ¡Ay!

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    • ¡La verdad es que el caos actual a la hora de la compra semanal, no es de esta semana, Adrián…! Como decía, llevaba tiempo con idea de escribir sobre el tema, pero lo iba dejando, lo iba dejando…

      El caso es que hasta ahora, más o menos te apañabas, porque la niña no ha montado pollos. Entre llevarla un pococ en lo alto del carrito, dejar que corretee un poco, que manosee otro poco, que si mira a este nene, que si mira otro bebé por allí… que si agarra este paquete y juguetea con él mientras vamos por allá… Pues la tenías más o menos entretenida hasta salir. Pero lo de esta semana, no me lo esperaba, yo… ¿Y sabes una cosa…? Que iba escribiendo y me acordaba un montón de vosotros y Maramoto… De todos los papás con críos de alta demanda, que a veces parece que no hayan conocido otra cosa que eso, desde siempre; este ritmo y estas situaciones. Y pensaba… -«¡¡Esta gente deben ser… como héroes del Olimpo, o algo al mismo nivel, por lo menos!!»- Y flipé mucho, la verdad.

      Espero que sean momentos puntuales y muy espaciados… (Aunque anoche ya tuvimos un poco de juerga, también…) En fin… Esta parte concreta de la paternidad no me importaría yo saltármela sin mucho problema.

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  12. Ay es que nuestros peques crecen! La mía tiene ahora 21 meses y avanza a pasos acelerados! De momento no me ha liado rabietas gordas, todo llegará, ya me comí las de su hermano, que justamente las acaba de dejar y son así, cuando se les pasa, están como si nada y tú muerta de la tensión y el sofocón! Si te sirve de consuelo pues eso, que todo se pasa!
    Por cierto yo desde el embarazo de Niño, hará cuatro años, que la compra gorda la hago por internet, bendito Mercadona! Y encantada de la vida!

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    • ¡¡Hola!! Pues sí… la verdad es que todo pasa, claro. ¡Pero con lo que yo no contaba era con empezar tan pronto! Tenía entendido que lo normal de estos casos es que aparezcan más adelante… Pero supongo que como en todo, dependerá de cada crío en cuestión. Realmente la tarde iba muy bien, asombrado por el lado positivo… Y de repente, ¡zasca! Te ves inmerso en el Ice Bucket Challenge, pero sin habértelo pedido. ¡Vaya tela! Y eso que yo, de la rabieta como tal, me libré. ¡Vaya sofoco, mi podre Churri…!

      Y lo de la compra por Internet… pues mira, no creas, que ya lo hemos hecho algunas veces. Pero los 9 palos que te cobran en Carrefour, por ejemplo, me sentaban «a cuerno quemao». Pero no por la pasta en sí… ¡Es que en el fondo a mí me mola ir al súper, y echar un ojo a las cosillas! Ver el producto en vivo y en directo, vaya… Dejarme seducir por alguna sorpresilla casual que me pueda encontrar por azar, y me preste pillar en ese momento… No sé. Pero claro, hay que cambiar el chip, es evidente, porque más tardes como esta tampoco es plan de cosechar… Habrá que adaptarse. Y seguro que a partir de ahora, lo veré como la mejor inversión posible. En pasta… y en tiempo, claro.

      😀

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