Y yo con estas barbas

Relatos sobre mis experiencias y expectativas como padre novato


27 comentarios

…¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, MI PEQUEÑA…!!!

Bueeeeeeeeeeno… Llegamos, -con permiso de tu querida madre…-, al GRAN día de este mes. ¡¡¡HOY CUMPLES TU PRIMER AÑITO DE VIDA!!! Tal día como hoy, hace un año, saliste a este mundo obligada, porque decidiste que en la tripa de mamá estabas estupendamente, y no tenías ninguna prisa por arrimarte a este rincón de fríos, vientos, luces y ruidos penetrantes.

Así que, saltamos de un cumpleaños a otro, y me temo que entre tu madre y tú, me vais a gastar la vida cada segunda semana de septiembre, de aquí hasta los restos, con estas celebraciones tan arrejuntaicas que me traéis.

¿Cómo describir lo que ha dado de sí este año? ¿Cómo contarte lo que nos has cambiado… lo que ha supuesto para nosotros el invitarte a venir a este mundo? La verdad es que lo pienso, y no sabría muy bien cómo empezar. Definitivamente, tengo un problema… y es que, al igual que me pasó el otro día escribiéndole a tu madre por su cumpleaños, son tantas las formas que se me ocurren de enfocar este escrito de hoy, que al final me he decidido a contarte alguna cosa más de lo que NO SE HABÍA escrito ni contado por aquí hasta ahora… Cosas que te han pasado, o que nos han pasado a tus padres, a lo largo de estos 365 últimos días. Así podrás hacerte una nueva idea, una un pelín más concreta, de cómo viviste el primer año de tu vida. Este es mi regalo (y me mis queridos lectores me perdonen por hoy, este pequeño «ladrillo»):

•¿Sabías que naciste un domingo, a las 11:20 de la noche, mientras tenías a toda la familia y compañeros de papá y mamá, pendientes de los sms que les iba escribiendo mientras podía? (Sí, tu padre ni tenía, ni tiene GUASAP -que para cuando tú seas adolescente y lleve diez años obsoleto, reemplazado y olvidado, y no te suene de nada, es un rollito de mandar mensajes por el teléfono móvil, pero en gratis, tipo conversación, y que sirve para mandar vídeos y memes de gatos-).

•¿Sabías que no quisimos saber si eras niño o niña hasta que nacieras, para llevarnos la sorpresa en ese momento? ¿Y que yo tenía asumido que ibas a ser niño? Cuando naciste, fue uno de los momentos más intensos de mi vida… o el que más. ¡¡ERAS UNA NIÑA!!

•¿Sabías que de llegar a nacer niño, nos hubieras metido en un lío, porque no nos aclarábamos con el nombre? Llegó ese día y todavía no estábamos de acuerdo en cómo llamarte; (pero te diré que Aarón estaba en todas las quinielas).

•¿Sabías que llegué a mirarme en la página web del Instituto Nacional de Estadística, TODOS los nombres de la página del registro del censo nacional, en el caso de los nombres de mujer? Hay cerca de 24.000. Y me hice una primera selección de 150, y así hasta llegar a un top 10. Y todo, para que tu nombre no saliera de ahí. Ya nos gustaba de antes. Y por cierto, para chicos creo que al llegar a 17.000, lo dejé… Que sepas que todavía conservo las listas. Y por supuesto, a tu madre no le gustaban los nombres que elegía.

•¿Sabías que en el trabajo de papá, hicieron una porra entre los compañeros, para ver cuándo nacías, y si serías niño o niña, y casualmente no ganó nadie? ¡Y eso que se hizo una segunda ronda! ¡¡Naciste el único hueco que quedaba libre!! Pero claro, cuando llegas con 12 días de retraso, esas cosas pueden pasar. Por cierto, que sepas que al final, al no haber ganador, lo recaudado fue todo para ti.

•¿Sabías que mediste 53 cms y pesaste 3.716 kg al nacer, y que en un año prácticamente has triplicado tu peso? ¿¿¿Te haces una idea de CÓMO has cambiado en un solo año???

•¿Sabías que el primer paseo de tu vida, lo hicimos tú y yo solos? Fue el camino del hospital a casa, cuando saliste, al tercer día. Fue en ese momento -grabado con mi teléfono viejuno-, cuando ya empecé a describirte cómo era el mundo en el exterior… cómo es este mundo que estabas estrenando y en el que te ha tocado vivir: el cielo, las nubes, los pájaros, los árboles, la gente, las calles, el barrio…

•¿Sabías que al principio, a tu padre se le saltaban las lágrimas simplemente con mirarte? Me emocionabas mucho, cariño. (Y todavía me pasa, un año después, aunque ya me controlo más).

•¿Sabías que durante las primeras semanas de tu vida, no te gustaba NADA que te bañáramos? Bueno… creo que en general, no te gustaba que te meneáramos mucho, simplemente.

•¿Sabías que, en relación con el baño, cuando al terminar te secaba el pelito -o el cuerpo- con el secador, SIEMPRE te hacías pis inmediatamente? Se nota que el chorrillo del aire hacía que se te aflojara el muelle… (¿Nos pasará este invierno de nuevo, cariño…?)

•¿Sabías que el moisés donde dormiste tus primeros meses, era de mimbre, y tiene un porrón de años? Allí también se criaron los primos de mamá, así que es una reliquia familiar, que además nos vino de perlas. Por cierto, que cuando nazca tu prima en un par de meses, será la siguiente en usarlo… Y además. antes de dormir en tu moisés, ya lo estrenó el gato en un descuido nuestro. ¡Cómo no…!

•¿Sabías que en tu primer mes, nos echaste encima una supercaca proyectada a chorro, que salpicó por el armario y las paredes de tu cuarto, que nos dejó impactados a tu madre y a mí? Pues casi un año después, todavía pueden verse aquellas manchas.

•¿Sabías que tus primeras zapatillas eran del nº 17? Y que las guardaré para siempre, porque son como un llaverito; de hecho, siempre he pensado hacerle un llavero con ellas. ¿Y sabes además que has estado poniéndote un montón de ropa, durante todo el año, de tu prima E.? (Y por supuesto, estabas tan guapísima como ella). Es lo que tiene tener una prima un año justo mayor que tú, mi vida. (Me parece a mí que vas a heredar ropaaaa… durante muuuuchos años).

•¿Sabías que mientras fuiste lactante, apenas probaste un biberón? No te gustaba ese formato. Pero sin embargo ahora, en estos últimos meses, parece que te los tomas doblaos, hija mía. ¿Sencillez de manejo… o qué…?

•¿Sabías que tu mamá y yo quisimos estampar las huellitas de tus pies con pintura de dedos, cada cumplemés, durante todo tu primer año? Al final, ni siquiera algo tan sencillo hemos sido capaces de hacerlo bien; apenas lo hemos podido hacer cuatro o cinco meses a lo largo del año. (Los meses impares íbamos bien, la verdad…)

•¿Sabías que durante tu primer invierno, yo soñaba con que llegara la primavera para poder llevarte a los parques y poder tumbarnos al sol y jugar en la hierba? Pues al final, la primavera y el buen tiempo terminaron llegando.

•¿Sabías que tu primer diente te salió con cinco meses y medio? Es bastante pronto, por lo que dicen. Ahora ya tienes el octavo prácticamente asomando.

•¿Sabías que también con cinco meses y medio fue cuando empezaste a ir a la escuela infantil? Era mediados de febrero, y eras la más pequeñita de tu clase. Y sin embargo, te adaptaste tan rápido, que parecía que llevabas allí desde siempre. Y las chicas, encantadas contigo. Además, a las pocas semanas, ya tenías pretendientes, por supuesto. Las mamás se te han rifado todo el año para sus hijos, preciosa.

•¿Sabías que en Carnavales, papá y mamá se disfrazaron de soldados de la Alianza Rebelde (decir Luke y Leia igual ya es mucho…) con ponchos de camuflaje de los del asalto a la luna de Endor, y que tú eras una preciosa ewok de traje peludo, que se curró mamá? Star Wars es muy socorrido.

•¿Sabías que cuando tenías poco más de medio año, te caíste del cambiador cuando tu padre te estaba poniendo un pijama? Estabas pringosa de crema, y te tenía mal cogida, y parecías una anguila impregnada de aceite, y no parabas de moverte, y yo tenía la mano buena ocupada, y… En fin. Te caíste, menos mal que con gracia, como una ninja funambulista, con la fortuna de rebotar sobre la papelera, haciendo un doble mortal y medio invertido carpado, y con la suerte de que no te pasó absolutamente nada. Eso sí… no veas tú mi disgusto, nena.  Por favor, no lo vuelvas a repetir, que con una vez ya aprendí la lección. ¡P’aberte matao, mi niña! Tengo varias canas más en la barba, recuerdo de ese momentazo. (Y si llego yo a saber antes que te ibas a  caer, al menos te habría preparado una marmita de poción mágica para ponértela debajo, como le pasó también de pequeño a cierto galo irreductible bajo de vientre y fan de los menhires, que todo el mundo conocemos…)

•¿Sabías que, hablando de barbas, no te gustaban ni un pelo? Te has tirado tres cuartas partes de tu primer año, poniéndote a llorar nada más ver a tu tío H. Y a mi tío M. también… ahora que lo pienso. Y a más de uno por ahí, que tuviera barba y se te cruzara por delante… ¿Qué tendrán las barbas? Aunque no solamente es cuestión de barbas: también te ponías a llorar con tu tío J, y eso que él no lleva barba. (Que sepas que te lo echarán en cara cuando crezcas, y se lo irán contando a tus futuros novios, y te lo recordarán toda tu vida, fijo…)

•¿Sabías que tu papá quería componerte nanas y tocártelas con la guitarra o el ukelele? ¿Y que se volvió a apuntar a clases de guitarra durante este año, para recordar y practicar? Pues bien… la dura realidad paternal le devolvió a su sitio, y ninguno de estos planes cuajó. Pero no desisto. Algún día lo lograré. Y si no, te escribiré cuentos. O te los dibujaré.

•¿Sabías que dentro de cinco minutos, hará un año que naciste?

•¿Sabías que tuviste que llegar tú para que tu papá se abriera por fin al mundo tecnológico e inaugurara un blog? Es tu blog, en realidad…

•¿Sabías que eres una niña tremendamente fuerte, dura y espabilada? Prácticamente, no lloras nunca. O mejor dicho, no lloras cuando deberías llorar. Parece como si los golpes no te hicieran daño, y jamás has caído de cabeza; siempre te las apañas para poner las manos o caer con el culete. Los pinchazos de las vacunas tampoco parecen apenas ir contigo… A veces, me asustas, hija. Estoy alerta, sí… pero ya me confío demasiado.

•¿Sabías que siempre tendré la espinita clavada secreta de no haber podido pintarte un retrato durante el primer añito de tu vida? O varios. O una serie de apuntes rápidos del natural, o algo…

•¿Sabías que otra espinita que tengo clavada es no haberme currado ni tenido lista la decoración de tu habitación desde el primer día? Y así seguimos, un año después…

•¿Sabías que justo ahora, hace un año que naciste? ¿Que hace un año me ofreciste el mejor momento de mi vida? Y sonará triste, pero es curioso que muchos detalles de nuestra primera noche juntos, se me han ido borrando. ¿El cansancio de aquella jornada? ¿Que en realidad estuvimos intentando dormir, y realmente no pasó gran cosa…? No lo sé. ¿A nadie le ha pasado?

•¿Sabías que tuviste que nacer tú para que mi Atleti volviera a ganar una liga, dieciocho años después del doblete del 96?

•¿Sabías que, cada vez que duermes, lo primero que haces nada más despertarte, es echarnos los bracitos, sonreir, y señalar LO QUE SEA que estés viendo, con el dedito? ¿Y sabes que me parece genial?

•¿Sabías que el primer viaje largo de tu vida ha sido este pasado mes de agosto, a la playa, a Alcocéber, en Castellón? ¿Y que viajar contigo ha sido una bendición?

•¿Sabías que, en cierta forma, estoy deseando que duermas ya en una cama normal, sin barrotes de jaula que nos separen -una de las cosas que envidio a los colechadores– , para poder darte un beso de buenos días en condiciones, cada mañana cuando salgo de casa para irme a trabajar? (Es más… ¿¿¿Sabes lo difícil que es darte un beso, simplemente, a oscuras, cuando estás tumbada dentro de la cuna??? ¡¡Lo flipas, maja!!)

•¿Sabías que tu padre, un año después de haber nacido tú, sigue siendo el blando de la casa y un pardillo sentimental? ¿Que, de hecho, anoche, es decir, la noche antes del día de tu primer cumpleaños, a tu padre, mientras repasaba mentalmente este post tumbado en la cama, pensando en todas estas cosas, le vinieron de nuevo las lagrimillas…, así, al tun tun, y se levantó, y fue a tu habitación para tratar de darte un beso? Pues que sepas que no lo logré; que casi la lío y por poco te despierto. ¡Menos mal que con sueño, caes rápido, mi vida! ¡Y encima voy, y me desvelo! (-Si es que ya me valeeee…-)

•¿Sabías que ha sido un año de lo más intenso, y lleno de emociones? Pues que sepas que, a partir de mañana, te esperan todavía muchas más.

¿SABÍAS QUE, POR ENCIMA DE TODO, TE QUIERO MUCHÍSIMO, Y ME HAS HECHO MUY FELIZ? 

ME ENCANTAS, MI NIÑA. ¿LO SABÍAS? Y TE DESEO LO MEJOR, POR TU PRIMER CUMPLEAÑOS.

QUE LO SEPAS, MI LECHONA. MI BEBÉ.

(Y, de nuevo, prometo dibujines para cuando pueda…)

 

 

 


19 comentarios

Gritest Jits #4

Los Grandes Momentos de la incipiente vida de mi Lechona.

Hace mes y medio largo que no voy dejando por aquí tus pequeños grandes logros cotidianos, mi amor… -«¡¡Se me pasa… se me pasa!!»- Así que para remediarlo con presteza y ya de paso con la excusa de inaugurar oficialmente las vacaciones veraniegas (¡¡¡nuestras primeras vacaciones, cariñoooo…!!!), me toca ponerme a la tarea de ponerle fecha y registro a algunos de tus momentazos.

¡¡Vamos p’allá…!!:

# Tal día que un sábado 23 de junio del año 2014 de la era cristiana, y 12.346 años después del hundimiento oceánico de la ignota y bella civilización de Atlantis, más o menos a eso de las y pico de la tarde, (en cualquier caso, después de la siesta…), pudiste disfrutar del primer baño piscinero de tu hasta ahora, corta e intensa vida. Eres muy afortunada, Lechona mía… ¡La fecha exacta del día en que tu santo padre se remojó el trasero por primera vez en un charco clorado, quedó perdida para siempre en los anales vacíos del espaciotiempo! Y sin embargo, tú sí que podrás tener el inmenso privilegio que supone conocer ese dato tan vital en tu vida… ¡¡porque aquí quedará registrado, por los siglos de los siglos!!

# Días después… un 27 de junio… te GRADUASTE EN TU PRIMER CURSO DE LA ESCUELA INFANTIL. ¡¡Con honores, y con un papel lleno de caritas sonrientes y besitos que lo prueba!! -«…Snifff… …Snifff…»- Y aquí el Menda, tu sufrido progenitor, perdiéndose el sarao porque es un tío responsable y alguien en su día inventó algo llamado «trabajo – remunerado – para – poder – sobrevivir – , – con – asistencia – obligatoria».

# ¡¡En estos días finales de junio, aprendiste a bajarte tú solita del sofá, y de la cama de tus papis!! ¡¡¡Bien hecho, campeona!!! ¡¡¡Eres una crack!!! ¡Las enseñanzas de mamá para que no te rompas la crisma han funcionado de perlas! Y además, ya te mantienes bien de pie tú solita, ¡sin agarrarte a nada! Bailoteas un poco… las piernas te flanean cosa mala… ¡pero ya lo vas haciendo dabuti!

# ¿Qué estabas haciendo la noche del 8 de julio, mientras acontecía un hito dorado, culmen y sin parangón, que pasará por derecho propio a formar parte de los más épicos logros en la historia del deporte mundial de todos los tiempos? Pues si no recuerdo mal, creo que estabas entrando en proceso febril importante, mientras el gañán de tu padre se quedaba miope y sin habla ante el espectáculo de cómo la selección alemana le endiñaba un 1 a 7 a la selección de Brasil, en los mundiales de fútbol… ¡¡de Brasil!! ¡¡Unglaublich, meine Liebe!!

Menos mal, que luego pudo arreglarse, más o menos… ¡No me lo tengas en cuenta, cariño… que a esas horas de la noche, todavía estabas bien!

# Y al día siguiente… ¿qué me encuentro al llegar a casa? o_O El que puedo considerar como tu primer estropicio gordo… (si exceptuamos aquel episodio de cacas proyectadas a manguerazos, que nos dejó perdíos el armario y la pared, cuando tenías un mes, claro está…) ¡¡¡Me has roto la sobrecubierta de mi libro de El Hobbit -edición del Círculo de Lectores, de 1982-!!! ¡¡¡Me la has rajado de arriba a abajo!!! ¡¡¡Te parecerá bonito…!!! ¡¡¡Se lo mangué a tu tío el mayor hace muchos años!!! ¡¡¡Ayssssssss…!!!

¿¿¿¿¿¿¿¿¿Pooooorrrrrrr quééééééééééééééééééééééé….?????????? -Snifff…-

La sobrecubierta de mi Hobbit, hecha trizas.

# Y como anécdota final… me reservo la güena, güena… ¡¡¡En la tercera semana de julio, HAS DADO TUS PRIMEROS PASITOS SOLA!!! ¡¡¡Y tu madre te ha pillau in fraganti… así que hay documento audivisual que lo demuestra!!! No ha sido una maratón, claro está… apenas dos  o tres minipasos, soltándote de las patas de la trona para ir a parar a las patas de la silla… ¡¡¡pero ya es algo!!!

Hija… Cariño… Mi vida… ¿Cómo te lo digo, yo… esto… sin que suene demasiado raruno…? Papi está muy orgulloso, y tal… pero… ¿qué necesidad hay de que vayas tan rápida, tú… con tus cositas, mi amor? ¡¡Si ya tendrás tiempo, mujer…!! ¡¡Si gatear es estupendo!!

 Aysssssssss…

PD: por cierto… como diría mi querida compi Fina… ¡Estás la mar de monééééérrima y adoreibol en peletes por la vida, solamente con el pañal a cuestas, amore! -«Ahhhhhhhhh… el veranito…»-

PD2: y para el resto del universo… nota de autobombo de un papá bloguero -aquí, el Menda-, tremendamente agradecido a sus lectores, que quiere anunciar que… ¡¡¡¡además estamos de enhorabuena por aquí! ¡La semana pasada he llegado a la flipante, increíble, impensable, mareante y fantabulosa barrera de los… 50 SEGUIDORES DEL BLOG!!!!

¡¡¡OEEEEEHHHHH OEEEHHHHHHH OEEEEEEEEEEHHHHH…!!!

Y todo ello, en una docena y pico de post, y sin refuerzo de red social alguna… ¡¡El blog, a pelo!! ¡¡¡Todavía no me lo creoooooooooooo… eeeooooo… eeoooooo…!!! ¡¡QUÉ FUERTE, TÚ…!! ¡No está mal para un novatillo cateto del 2.0!

¡¡¡Sois una gente maravillosa!!!

😀 😀 😀 😀

Y ahora… ¡a por las vacacioneeeeeeeessss…!

 


15 comentarios

Se acabó lo que se daba… (o: «fin de la lactancia materna»)

No tenía yo previsto ponerme a reflexionar hoy sobre esto…

Hay una cosa de la que siempre he sido consciente desde que tengo memoria: la certeza del paso del tiempo. Ya desde que era bien pequeño… desde niño, siempre vengo pensando que esto de la vida… pasa demasiado rápido. Esto es así… y punto.

Ignoro si está tipificado como tal, como patología, o síndrome o como sea, dentro del mundillo de la psicología… pero creo que lo llaman síndrome de Peter Pan. Pues eso me ha pasado a mi desde siempre. Yo, desde que era muy pequeño… NO QUERÍA CRECER. ¡Que no y que no, carajo!

Salvo momentos o épocas muy concretas (que también recuerdo…), siempre he tenido el pensamiento de que crecer, hacerme adulto, hacerme mayor… no era lo mío. Y de hecho, frente una de estas preguntas tan recurrentes en conversaciones de bar en plan petí comité, que es la de: -«¿Y para ti, cuál ha sido la etapa de tu vida que más te ha marcado o que recuerdas con más cariño, hasta el momento…?»-, mi respuesta siempre ha sido la misma: ni universidad, ni instituto, ni gaitas desafinadas… el COLEGIO. Que se vivía de puta madre.

Os diré más… Ya en el instituto, los sonetos de Quevedo relativos a la frustración sobre el inexorable paso del tiempo y la noción de la brevedad de la vida humana, me dejaron ojiplático perdío; totalmente identificado yo con aquello, oiga… Y se me quedaron particularmente grabados:

 

    Miré los muros de la patria mía,

si un tiempo fuertes, ya desmoronados,

de la carrera de la edad cansados,

por quien caduca ya su valentía.

    Salíme al campo: vi que el sol bebía

los arroyos del yelo desatados,

y del monte quejosos los ganados,

que con sombras hurtó su luz al día.

    Entré en mi casa; vi que, amancillada,

de mi anciana habitación era despojos;

mi báculo, más corvo y menos fuerte;

    vencida de la edad sentí mi espada.

Y no hallé cosa en qué poner los ojos

que no fuese recuerdo de la muerte.

 

Pues si toda la vida me ha traído un poco de cabeza este tema… ya ni os cuento desde que soy padre. Dicen que no es uno el que envejece como tal… sino que son los hijos los que le van haciendo viejo a uno. Pues eso… Y con mi Lechoncilla, es que lo voy viviendo cada día en mis carnacas.

Realmente luego no es tan radical, vale… Pero claro… los cambios que va sufriendo un bebé durante el primer año, son tantos y tan grandes… que a veces es que te quedas directamente patidifuso.

 

Yo, con pinta de Quevedo.

Churri hace ya cinco noches que no le da el pecho a la niña. Y esto tiene dos lecturas…

La buena. 

La transición ha sido todo lo buena y natural que uno pudiera desear, llegados a este momento… desde mi punto de vista. En estos últimos meses, desde los cinco hasta los nueve cumplidos ayer, la introducción de la alimentación complementaria unida al ir a la escuela infantil, han dictado sentencia. A medida que ha empezado a comer otra serie de cosas, ha ido demandando cada vez menos el pecho. Primero quitas una toma, luego otra, luego otra… que si vaaaa… me aburro y lloro por no sé qué… Pues bueno, pues venga un chupito de teta, por si acaso… Pues venga, me viene bien, ahora que acabo de soltar el sonajero… Total, cuando quieres darte cuenta, hace ya muchas semanas que únicamente tomaba el pecho de madrugada…

Pero ya ni siquiera. Ya no lo pide. Ya no se despierta. Tetica rica de mamá… me temo que ya no haces falta. Adiós. Gud bai. Aufidersen. Ha sido muy bonito mientras duró. Solamente falta que Churri no sufra de mastitis ni coñas de estas -que no parece…- y ya está. S’acabó.

Hay niños que se tiran años lactando de sus madres… y me parece genial. Y también los hay que apenas duraron unas pocas semanas… o incluso que jamás probaron la leche de mami. Creo que mi niña ha tenido su ciclo… un buen ciclo. Pues bien, y fin del episodio.

Y luego está Churri… que recupera en parte algo de su propio cuerpo… y ya de paso, horas de sueño nocturno.

La mala.

Esta niña va creciendo tan rápido, que a veces me da un poco de vértigo. Es algo positivo, objetivamente hablando, claro… pero es otro pequeño vínculo con su «yo» bebé, que desaparece. La sensación es de que todo va demasiado deprisa… No me asustan los cambios en absoluto (incluso a veces desearía que ya fuera más mayor), pero para un tío paciente, tranquilo, pachorrón y piterpanesco como yo… este estado de permanente estirón a veces es algo pelín perturbador.

Además… soy un ferviente creyente de las ventajas de la lactancia materna… y me da mucha pena que se vea privada de algunos de sus beneficios. Pero no soy yo quién ofrece su pecho, sino su madre, claro. Es un vínculo único y especial que pierde… Para mi es fácil a veces pensar: -«Si fuera yo quién diera el pecho… aguantaría mucho más…»-, pero luego lo pienso mejor… Veo tantos casos de chicas, de mujeres que lo dejan tan pronto, que creo que haber llegado hasta los nueve meses es un enooooooorme triunfo para nosotros en general, y para Churri en especial.

En cualquier caso, es algo que me ha venido a la mente este fin de semana. Otro pasito más, hija mía… Te me vas haciendo mayor a pasos agigantados y esto no hay quién lo pare… El acojonao de tu padre tendrá que aguantarse con su vértigo vital, porque no hay más remedio.

Aunque a veces parezca que se asuste, lechona mía, tu padre en realidad es un menda que tiene los pies en el suelo, y por dentro realmente se alegra de verte tan sana, tan grande, tan feliz, y de que todo te vaya tan bien hasta ahora.

Que eso es lo que verdaderamente importa.

¿Cómo fue el «destete» en vuestro caso…?

(PD: he revisado en Interntet… -¡Cómo no!- y lo del síndrome de Peter Pan existe, más o menos, pero es mucho más jevi que lo mío. Nivel Michael Jackson, como poco…)


11 comentarios

Gritest Jits #3

Los Grandes Momentos de la incipiente vida de mi Lechona.

No quería yo explayarme demasiado con los Gritest, cariño… pero es que si no los apunto con relativa frecuencia, no tendrían mucho sentido.

Estaba pensando en la posibilidad de que a partir de ahora solamente los publique al final de cada mes, por ejemplo… pero no sé si me termina de convencer este giro de acontecimientos. Esta «sección» estaba concebida inicialmente más bien al revés: pequeñas píldoras breves sin ninguna introducción, que pudiera colar en cualquier momento, para que queden marcadas lo más cerca posible en el tiempo de las referencias sobre las que tratan, y de hecho, sin incluir imagen alguna: si hoy te ocurre algo más o menos trascendental… pues en esta semana a más tardar, lo dejo por escrito en una frase. (¡Cáspita! ¡Aquí sí que me vendría bien tener un tuiter!)

Pero como siempre, la cosa se me va de las manos… ¡Aynnnsss…!

Vamos con tus últimos momentazos…

# Vale que vas rapidilla con los dientes, hija… y que estás de nuevo con el tema desde finales de mayo… ¿Pero tres a la vez, cariño…? ¿Treeessss..? ¿Pero qué necesidad haaaaayyy, alma de cántaro…? ¿Es que de dos en dos como todo el mundo, no te va bien…? Los dos de abajo, con cinco meses y medio… Tres arriba, con ocho… ¡Déjate alguna cosica para otro rato, alhaja mía…! (¿O no será que te está molando a ti demasiado menear el bigotillo, desde que has probado el jamoncete, ehhh…? Ya te veo yo a ti, ya…)

# Y hablando de querer correr… Para que quede para los restos (¡¡lo bien que me va a venir esta sección para evitarme discusiones con tu madre cuando seamos viejitos y tengamos nuestras batallitas diarias por el tema de cuándo hiciste qué cosa…!!), el 25 de mayo te pusiste de pie por ti misma por primera vez. ¡¡¡OLE MI NIÑA…!!! Así que… ¡Hale! Ya has demostrado que puedes… muy bien. Estupendo todo… Ahora, vuélvete a tu estado semi larval, y quédate así… digamos… unos tres o cuatro años más para que disfrutemos un poco… que eso de crecer rápido está muy sobrevalorado, créeme.

# También hay que señalar que en estas semanas pasadas, has recibido tu primer corte de pelo… ¡y en peluquería! Visto el resultado y los trasquilonacos, la próxima vez igual pruebo yo mismo, amor, ¡¡porque vaya telaaaa…!! (O te llevo al becario manco con parkinson del centro de intregración social para ex yonquis de la esquina, que para el caso…). No, vaaaaa… que exagero y no fue tan abrumadoramente aterrador. Y además dice Churri que te portaste medio bien, dadas las circunstancias, aunque no parabas de moverte, como siempre. (¿Sabes que se te quedó más cara de niño…?)

Tu primer corte de pelo

# También has conocido a tus primeros famosos. Que sepas que a mi con tu edad jamás me llevaron a una sesión de firmas y dedicatorias con Paco Roca y el gran Neil Gaiman, en la Feria del Libro. Ya los disfrutarás cuando crezcas y aprendas a leer. ¡¡Haremos de ti una gran lectora, ya verás!!

# ¿Y qué pasó un lunes, 2 de junio, a primera hora de la mañana…? Pues que nuestro querido Tío JuanCar, va, y nos dice que abdica… Que se pira, vamos… Que se pasa el cetro por el forro. Que se larga a cazar elefantes con la Tía Corina, o con su colega el jeque de turno, y que pasa de todo, que está hasta el moño de ser rey, y que lo que le presta ahora es vivir la vida loca sin que le toquen más los borbones, que ya ha hecho suficiente… Ahora sí que podrá vivir a cuerpo de ex, y dedicarse a disertar sobre las cosas interesantes de la vida –que todo buen rey debe conocer–, como por ejemplo… las golondrinas africanas.

¿Y qué estabas haciendo tú, mientras, cariño, en tal histórico momentazo…? Pues en la escuela infantil jugando a chocar dos tapaderas de lata, seguramente…
Tan ricamente.

—Añadido a posteriori (a 13 de junio)—: 

-«¡Jefe Rojo a Bravo Charli…! ¡Jefe Rojo a Bravo Charli…! Bravo Charli… ¡responda!»-

-«Aquí Bravo Charli, Jefe Rojo… Le escuchamos…»-

-«Según el último reconocimiento visual, la Lechona ya tiene otro diente fuera… Repito: la Lechona ya tiene un cuarto diente arriba… El que amagaba por salir junto a los otros. Ya son seis dientes, y poco a poco va pareciéndose al gato de Cheshire, de Alicia en el País de las Maravillas…»-

-«¡Roger Roger, Jefe Rojo…! ¡Recibido! ¡Cambio y cierro!»-


10 comentarios

Gritest Jits #2

Los Grandes Momentos de la incipiente vida de mi Lechona.

Repaso expréssssssss… con un par de acontecimientos interesantes, mi pequeña Lechona, de los cuales has tomado parte durante la semana pasada:

# Poco te ha durado la altura intermedia del colchón de la cuna que contaba precisamente en el primer Gritest, mi beiby. Ya hemos tenido que ponértelo en la posición más baja, porque aquí donde te ves, cariño, no veas cómo juegas a ser una juligan escandalosa, cual hincha malota del Niucasel Iunaited, agarrada ahí, a los barrotes con ganas de jarana y alborozo, como una loca: -«¡¡¡Taii Taiii Taiii Taiii Táááááááá…!!!»-

Como vemos que en el momento menos pensado te nos lanzas p’afuera de cabeza, y te veo ejcalabrá perdía… mami y yo hemos decidido que ¡hale, colchón p’abajo, nena… y ahí te quedas p’a los restos…! -O hasta que te cambiemos a una cama, claro- Es lo que hay, y eso te pasa por crecer.

# Y el primer evento chungueras de tu corta vida, pequeño tesoro: primeras fiebres persistentes… Primera visita a urgencias, domingo por la noche, y tu primera otitis. ¡¡Ayssssss…!! ¡Con lo bonita y perfecta que te hemos hecho, cariño…! ¿Quién te manda, ehh…? Espero que de ésta no te nos quedes sorda perdía a la primera, mi amor.  😦

(Para otra ocasión, escribiré sobre cómo dar antibióticos orales a un bebé enfermo QUE NO LOS QUIERE y no morir en el intento… ¿Ehhhh? –Esta te la guardo para cuando seas una adolescente respondona e ingrata … que alguna cana de más seguro que me has costado este finde, rica…, aunque ya le hayamos pillado el truco.–)
Un gran invento: el chupete termómetro.

Y desde aquí, y en tu nombre, aprovecho la ocasión para felicitar a toda la familia SANITARIA -enfermeras, doctores, pediatras, fisios, etc- que siempre están ahí, ocupándose de nuestras miserias, ya lo hagan mejor o peor, tengan un día bueno o regulero… En fin. La salud es lo más importante que tenemos… y ellos cuidan de nosotros. Y de nuestras familias… (incluidos los bebés que no saben contarnos qué les pasa, ¿verdad?).

Miles de abrazos y gratitud eterna para todos ellos.


5 comentarios

Nueva sección… ¡¡Los GRANDES MOMENTOS!!

Gritest Jits logo.

Pues nada… ¡¡que ya estamos de vuelta de la primera SEMANA SANTA familiar!! ¡Olé! (Aunque estas primeras vacaciones de Pascua serán recordadas únicamente por eso, básicamente… por ser las primeras; porque por lo demás…) Mejor corramos un tupido velo, y mejor me miro esto de la salud, que en estos últimos años, parece que la Semanita esta… la tenemos un poco reñida, me temo. Andamos así como a la gresca, diría yo, más bien…

Después de una hermosa colección de …itis a la espalda estos días, digna de la mismísima baronesa Thyssen, vuelvo con renovados bríos para actualizar cositas que se van quedando en el tintero… Y es que la actualidad no corre, no… ¡¡¡vueeeeeeeela…!!! ¡Esta niña no paaaaaaraaaa…!

Quincena de tremendas novedades que merecen en toda justicia permanecer reflejadas por escrito para asombro, deleite y regocijo de las masas futuras. La Lechona no para de crecer y de ofrecernos nuevas Lechonadas a cada rato. Mitad: -«¡¡¡EYSSSSSSS… NOOOOOOO, hija… Eso NOOOOO…!!!», y mitad: -«¡¡Hala… Jajajaja… ¿¿Has visto?? ¡¡Que me paaaaarto…!!»-

Así que, visto el percal, he decidido introducir a la de ya y sin más dilación, una de bravas, camarero… digooo… una de BREVES. Vamos, algo así como un minicomentario rápido sobre un hecho acontecido de importante relevancia histórica, que a mi modesto juicio, merezca la pena quedar relatado en este espacio digital… dicho así como en más bonito, y eso. Rollo tuit, pero sin pájarillo azul ni restricción de texto, en plan así, a mi rollo moreno.

Así que, aquí va la primera remesa:

# En esta primera quincena de abril, la Lechona, ya se ha echado a gatear. ¡¡¡De verdad!!! Es un flipe. 🙂 🙂 Eso sí, lo de tener recogido el salón, cobra un nuevo sentido.

# No solamente gatea… además, ya se sienta sola estupendamente… ¡Y en la cuna! ¡Menudo susto! Con lo echáp’alante que es, que no mide… -normal… animalico mío-, pues… ¡a bajar la altura del colchón de la cuna, ipso-facto! Que esta niña, se nos arrima a la barandilla y se tira p’abajo como si estuvieran allí esperándola las tetas de su madre, vamos.

# Churri y aquí el Menda, se han arrimado a un cine juntos… (14 abril) ¡por primera vez desde que la gordita asomó el trasero! ¡¡Albricias y jolgorios!! La primera separación oficiosa de los orgullosos papás, de su Lechona. Y la nena, con la Tita, por supuesto, más bieeennn…

# Primeros arrebatos demostrables de mamitis de la niña. Esperaba yo que tardaran un poco más en llegar, pero bueeeeno… se va llevando.

# Novedades alimenticias: gluten, carnazas variadas, papeo diverso de sus papás… Empieza a molar el que la cosa vaya siendo poco a poco más variada.

Todo esto, así… a bote pronto.

Y claro, eso sí… lo más importante de todo..: la nena sigue tan linda como siempre.

La Lechona, sentadita en su cuna.


7 comentarios

De sentimientos enfrentados

Me gusta CONAN.

Sí, sí… el cachas de la melena al viento y el mandoble XXXXL. Siempre me ha gustado ese personaje. De hecho, la peli original, la del Suarzeneitor de John Milius, (de cuando Arnie todavía era bueno), es una de las pelis que más veces he visto en la vida. Siempre que la ponen en la tele, TENGO que verla irremediablemente… ¡Es una cosaaaa…!

El caso es que hay un pasaje de esa peli, que tengo clavado en la cabeza, y muy asociado a situaciones que ahora mismo estoy sufriendo en plenas carnes: es un momento en que Conan adulto, va deambulando preguntando por un amuleto, un símbolo de una secta -de la misma gente que arrasó su aldea cuando era un Jorge Sanz lechón– que consistía en un sol negro y una luna negra… -“con dos serpientes… ¡¡ENFRENTADAS!!”– (decía el bueno de Arnie, mostrando sus grandes puños, uno frente a otro, haciendo así: ¡¡FUASSHHHHKA!!).

Sentimientos enfrentados.

Y es asímismito, oye, que me vengo sintiendo muchas veces, últimamente, respecto a la Lechona. Ahora mismo está en plena fase pre-gateo, y se tira el día sentada, como si tuviera complejo de mecedora, arrimándose p’alante como si quisiera arrancarse a andar ahí mismo… que parece que se va a caer al abismo, de lo que se inclina, la gordita. Y como no ve el peligro, bollito mío, pueeesss…

Ya os imagináis la situación, ¿verdad…? Allí nos vemos su madre y yo, con el ojo encima y el corazón en un puño, el santo rato… pendientes del bollito. Que si se inclina demasiado, allá que vamos rápidamente… ¡¡¡CHIÚÚÚÚÚNN…!!! Pero nooooo… no se cae, la tía. Y así el día entero… que parece una ciclista del Tour amagando con el demarraje subiendo un puerto de 1ª: ahora te ataco, ahora no… en esta curva te ataco, en esta otra no. Y cuando te descuidas un segundo… ¡Zasca! La niña por ahí toda desparramada por los suelos, como si fuera una bayeta con patas…

Y es que le veo la cabecita (o el melonazo que está echando ya, vaya…), y me imagino un golpe contra el suelo, o con los dientecillos que ya le están asomando… y se me ponen los pelacos como escarpias. Eso, y tirar zumbando para el hospital para que me la escaneen dearribabajo, todo uno. Pero claaaaro… hay que dejarles espacio y que prueben, que así es como aprenden… y que lo que uno debe hacer es estar ahí para recogerlos y consolarlos cuando se caen.

Trompazo de bebé: ¿Educativo y necesario, o cruel e innecesario?

Claro, claro… Sí, sí… Hasta ahí, la teoríaaaaa… dabuti. Pero eso tampoco lo te explica nadie muy bien, cuando uno está soltero, o emparejado sin preocupaciones, y salen las conversaciones sobre niños y bebés.  No estás con la guardia subida, en plan: –“¡Qué bueno, esto que cuentas! Esta me la apunto en la libreta, en la columna de los “CONTRAS”, cuando tengamos LA conversación, aquí la menda y yo…”-

Y el caso es que soy, definitivamente, el eslabón más débil de la cadena familiar de la Morada. La semana pasada la Lechona se cayó para adelante en la escuela infantil, en una de estas lechonadas de las suyas de ahora, y se dio un golpetazo en la nariz, con profusión de fluido sanguinolento. Y claro… Churri me lo contó al llegar a casa, intentando suavizar un poco la movida (es el primer GRAN porrazo de la Lechona, ¿vale…?), y… obviamente, me entró un nosequé… que quéseyó… por dentro. ¡¡¡Ayyyyyyyynnnsssss….!!! ¡¡Cagontó!!

Bueno… son las cosas del crecer. Vale… Pero son las que NO molan. (¡Y las que nos quedan…!) ¡¡BRRRRRRR…!!