Y yo con estas barbas

Relatos sobre mis experiencias y expectativas como padre novato

Qué tal lo haces como padre o madre

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Hace pocos días, la jornada concluyó con una conversación en un grupo de padres, en la que uno de ellos empezó a desahogarse con el resto respecto a una situación tensa que había tenido momentos antes en casa, en relación con los niños. Ya sabéis, de estas típicas de rabietas o cualquier otra historia de las que pueden ser el detonante de algún momento de crispación; la chispa que provoque el incendio en el hogar. Nada nuevo bajo el sol, ¿verdad?

El caso es que este hombre sonaba (y estaba) realmente afectado por su propia reacción (tampoco nada del otro jueves, por otra parte). La famosa y architemida gota que rebosa el fatídico vasito de las narices, ya sabes. Y andaba con una gran desazón por ello el hombre, porque normalmente él no es así. La conversación por tanto fue derivando un poco a eso…: -«Pues mi hija… Pues mi hijo… Pues yo… Es que ya… Pues a mí…»- En fin, mil y un ejemplos de situaciones tensas cotidianas en que nos vemos desbordados y que provocan esos sentimientos que normalmente no queremos ni ver desde la acera de enfrente.

Pero por otro lado, también caían las réplicas de -«Es normal… A todos nos pasa… Déjalo correr… En realidad lo pasas tú peor que ellos… Mañana ni se acuerda, ya verás…»-, que también estamos más que acostumbrados a escuchar de boca de la gente cercana, esa que intenta echar un cable y equilibrar un poco la balanza al asunto: el hierro que te quito, por la sensatez que te añado.

Así quedó la cosa; pero el tema habría de retomarse a la mañana siguiente con los rezagados y los que no pudieron meter baza. Y fue cuando se me encendió la bombilla, pensando en el jovial Tío Tuíter. Si aquí, entre un grupete de padres, estamos desnudando interiormente nuestras opiniones sobre cómo reaccionamos ante tal o cual supuesto, ante esta o aquella situación que nos saca de quicio con los enanos… ¿Qué pensarán, el resto de padres y madres, sobre cómo lo están haciendo? La respuesta, evidentemente, estaba en mi propia mano en la pantallita tonta: -«¡¡Vámonos al Tuíter a sacar una encuesta ya mismo!!»-

Y eso es lo que hice. Preguntarle directamente a la gente. Así que antes de nada, si participaste en esta pequeña experiencia, vayan mis gracias eternas por delante, y un aplauso para tu maravillosa persona, porque sin ti esto no habría salido como ha salido. Reconozco que no esperaba gran cosa de este experimento, pero oye… El que nada arriesga, nada gana. Y ciertamente, arriesgar un tuit no es que sea arriesgar gran cosa. ¿Qué había que perder?

Así que armé una encuesta. Cuatro respuestas a una sencilla premisa: ¿Cómo valoras tu labor como padre o madre? ¿Cómo consideras que estás ejerciendo tu paternidad o maternidad? Y cuatro respuestas genéricas, de mejor a peor: muy bien, bien a secas, mal o muy mal. Y para mi grata sorpresa… esto es lo que pasó:

 

encuesta de Twitter sobre paternidad.

 

¡¡¡159 VOTOS!!! ¿¿¿No es flipante??? En apenas un miserable día. Como minundi tuitero que soy, esperaba una reacción de 20, 30 respuestas… 40 como mucho, dándose bien… Pero no esta cantidad de participantes. ¡Casi 160 personas, son muchas personas opinando! Casi 4.000 impresiones; más de 300 interacciones… ¡Guau! Además, hay que añadir un buen montón de comentarios que se fueron dejando aparte, con respuestas de lo más interesantes. Si llego a saber que hay tal grado de aceptación hubiera dejado abierta la encuesta para poder participar durante más días, y poder recoger así un muestreo más grande todavía, oye…

Así que con la encuesta ya cerrada, he decidido trasladar estos datos al blog y escribir este post para entrar a valorar un poco estos resultados, y daros un poco mi visión de los mismos, a ver qué os parece.

 

respuesta A encuesta.

Este es el dato PRINCIPAL de la encuesta. El caballo ganador. La respuesta más votada y la opción más valorada en esta encuesta. ¿Qué nos dice esto? Que más de la mitad de la gente que ha respondido, opina que LO ESTÁN HACIENDO BIEN. Y digo BIEN, a secas, porque es lo que se pedía responder. Es decir, que tienen un concepto positivo y favorable de su labor como padres y madres; que en general, se sienten satisfechos con cómo están criando a sus hijos y cómo están llevando su rol dentro del esquema familiar. Esto no quiere decir ni más, ni menos que eso. Casi un 60%. Eso quiere decir que prácticamente, 6 de cada 10 a quienes preguntes. Vamos: globalmente, la MAYORÍA DE PADRES Y MADRES OPINAN QUE LO ESTÁN HACIENDO BIEN CON SUS HIJOS. Aunque aquí, bien es cierto, me vais a permitir que continúe con este invento, sin verificar cuántas de estas respuestas han sido de madres y cuántas de padres (porque habría molado saber también si los datos por sexo son similares o no… Pero para eso, otro día, y otra encuesta, si eso…)

A pesar de este último apunte pejiguero, permitidme la expresión machirula, que este dato me parece un dato francamente COJONUDO. ¡Cómo-me-mola-este-dato! Aunque tampoco es algo MARAVILLOSO, cierto… Que queda un buen margen, todavía. Y como opinión personal, me esperaba aquí un porcentaje algo inferior, lo confieso.

respuesta B encuesta.

La respuesta opuesta en la balanza. Pero también me parece un gran dato. Sé que hay gente, y por tanto, opiniones, para todos los gustos, y así debe ser, pero que solamente un 4% confiese creer que lo están haciendo mal, me llama la atención, me llena de fe, y creo que dice mucho de la valoración positiva que la gente tiene de sí misma. Sinceramente, en esta respuesta me esperaba un porcentaje mayor. Si estuvieras en una reunión de gente con 100 personas, te costaría realmente pasar por todos para que apenas 4 te respondan que creen que lo hacen mal en su casa. Piensa en ello…

respuesta C encuesta.

Una respuesta que me interesaba mucho conocer, sinceramente: la de la gente segura de su labor, de su papel de madre/padre, y que se reafirma en su emponderamiento personal y en que lo está haciendo en general, MUY BIEN.

Más de un 10%, significa que mínimo 1 de cada diez padres/madres con los que te cruces opinará que es un crack, un PADRAZO o una MADRAZA en toda regla. Claro que en este saco hay de todo, los que valoran su trabajo en función de los resultados que se ven en casa en el día a día, y ya está… Y los que valoran lo que hacen, porque se comparan con lo que ven fuera de sus casas; es decir, que igual son parte de la hermosa fauna de los opinólogos, que son los maestros en ver la paja en ojo ajeno y que en comparación siempre salen ganando ellos. Pero me estoy apartando quizás y entrando en valoraciones personales y demagogia baratucha fuera del tema, y metiendo la zarpa en otro jardín muy diferente. Volvamos…

He de decir que yo había apostado a que esta respuesta saldría con un porcentaje todavía superior, dado el perfil de mi cuenta y el de la mayoría (creo) de seguidores y seguidos de la misma, muchos de ellos madres y padres implicados en una u otra forma dentro del ámbito de la maternidad y paternidad. Es decir, que quizás el mero hecho de estar leyendo y respondiendo ESTA encuesta, ya presupone (creo otra vez) a quien lo hace en un nivel más o menos elevado de implicación familiar, lo cual es considerablemente óptimo y molón.

respuesta D encuesta.

El dato doloroso. La manzana podrida del cesto. El patito feo del asunto. La sorpresa desagradable de la encuesta, en definitiva… Es esta: pensar que 1 de cada 4 personas, madre o padre, piensa de sí mismo que su labor como tal, es de pena. Porque recordad que pedí sinceridad en las respuestas, que esto es anónimo. Si han cumplido con lo pactado en la pregunta, y no lo han puesto por hacer la coña, me parece un dato de lo más reseñable, a la par de triste. Vale que creas que no lo estás haciendo bien, que cometes fallos, que se te van ciertas cosas de las manos, que no llegas… Pero pensar que TANTA gente, 40 personas de casi 160, opinan que lo están haciendo muy mal… ¿¿En qué lugar nos deja eso, gente?? ¿Por qué ese dato? ¿Qué es lo que hacemos tan mal? ¿Dónde está el fallo? ¿Cuál es el problema…? ¿Dónde se ven tan mal? ¿De dónde viene esa sensación de fracaso? ¿Implica eso además, unas criaturas infelices? ¿Hijos insatisfechos…?

Reconozco que esta respuesta me llena de desazón, y no hace sino rebrotar en mí mil y una preguntas más, así a bote pronto, por todo lo que ello implica. ¿Es una cuestión de presión social? ¿De imagen autoimpuesta? ¿De algún tipo de meta elevada tan exagerada que no somos capaces de alcanzar y nos termina por abrumar? ¿Pedimos demasiado a nuestros hijos? ¿Le pedimos demasiado al concepto mismo de paternidad o maternidad? ¿Qué expectativas nos ponemos cuando tomamos la decisión de ser papás? ¿Qué prioriza o qué valora uno por encima del resto de cosas, cuando se enfrenta al hecho de criar una familia? ¿No estaremos valorando los momentos negativos con un rasero superior al de los momentos positivos, quizás? ¿Damos el mismo valor a nuestros errores que a nuestros aciertos?

Yo, este dato la verdad es que no me lo esperaba… O bueno, quizás sí, porque de ahí viene el origen de todo esto, de esa primera discusión en la que arrancó este experimento: un buen padre, pero abrumado y apesadumbrado por un error puntual, pero quizás lastrante en demasía, a la larga. Y quizás es como en los telediarios. Lo malo, vende. Lo malo, es lo que queda.

 

Aparte de estas cuatro opciones, hay un quinto valor a reseñar, el de la 5ª pregunta que el Tío Twitter no permite meter en sus encuestas (de máximo 4 respuestas), y no es ni más ni menos, que la que nos falta, la neutral: «Lo hago bien y mal; o ni bien, ni mal… Hago lo que puedo y lo mejor que sé. A veces bien, a veces mal.» Y es la que muchos de vosotros señaláis como propia en vuestra situación, en los comentarios del tuit. Y en mi humilde opinión, es, desde luego, la más lógica y razonable. Pero me vi en la posición de declararme en términos de opuestos al formular el tuit; más alejados. Y por eso se quedó fuera.

comentarios al tuit.

 

-«CONCLUSIONES Y ALEGATOS, SEÑORÍA…»-

Después de haber hecho repaso a la encuesta, me quedo especialmente con un par de cosas: una buena, y otra inquietante… Y empezaré por la segunda, por aquello de intentar terminar con buen sabor de boca.

* El dato NEGATIVO. Ese 25% me mata, lo reconozco. Y como diría mi amiguete Carlos, me genera mucho TOC. Me chirría demasiado; me cuesta concebir cómo tanta gente tiene un concepto tan pésimo de su labor como padre.

No voy a quitar hierro al asunto, y cada uno analizará la profundidad de la cuestión como buenamente quiera, pero a un número significativamente generoso de gente (para lo que es esto, léase; no se me vayan a poner ahora estupendos a estas alturas de la peli…), lo que les pasa por la cabeza es que «lo estoy haciendo fatal». Y pensad en eso: la angustia que ese pensamiento puede causar. Creerse eso con sinceridad suena duro, muy duro. Es difícil de asumir algo así.

Y yo me pregunto por las causas. Qué estamos haciendo mal, para que tanta gente crea que lo hace tan mal. ¿Sobreinformación, quizás…? ¿Demasiada moda de gurús sabelotodo que dictan cómo debe ser el estampado perfecto del revestimiento cagado del pañal de cáñamo ecológico de comercio justo que NO PUEDE faltar en el dormitorio Pinterest de nuestro lechón…? ¿No estaremos acaso poniendo losas demasiado pesadas sobre nuestras pobres cabecitas de padres y madres modernillos…? ¿No se nos estará yendo acaso un poco la pelotilla, quizás…? ¿¿En serio lo hacemos tan mal, familia…?? 

* El dato POSITIVO. Lo demás. La creencia general de que en el fondo, lo estamos haciendo bien. De que hay voluntad. Que sí, que se puede hacer mejor, que hay mucho por aprender, pero que vamos bien, que lo estamos llevando como a nosotros nos interesa; que controlamos el desarrollo del proceso evolutivo de nuestra familia, de la crianza de nuestros polluelos… Y eso, damas y caballeros, pues mola.

 

Y es aquí donde quería yo llegar, para irme ya, rompiendo una lanza a favor de todos vosotros, padres y madres del mundo; del universo… Creo sinceramente que lo estáis haciendo FENOMENAL. A ti te lo digo especialmente, sí, sí… A ti, que es estás leyendo estas líneas tontas. El mero hecho de encontrarte aquí y dedicarle (o perder, quizás, según lo mires luego, que el que avisa no es traidor; aunque un poco cabroncete sí, porque ya estás en el final…) unos minutos valiosos de tu vida a leer todo este pollo, ya me indica muy a las claras que eres alguien especial, con una sensibilidad, dedicación y preocupación extra por el desarrollo y el devenir de tu pequeña camada de cachorros.

Esto no va de cómo nos ven los demás; de si nos importa o no lo que piensen otros de lo que uno está haciendo. Esto va de ti. Y de mi. De cómo valoras tú mismo o misma la labor de este berenjenal tan hermoso y delicioso como complicado y caótico en el que una vez decidiste meterte: ponerte a criar hijos.

Cree en ti, cree en tu familia y cree en tu voluntad y en tu capacidad de amar y de superar dificultades. A fin de cuentas, después de una borrasca, llega el anticiclón. Y si somos capaces de horadar y escarbar debajo de toda esa montaña de cascotes, escombros mugrientos y dolorosos, toda esa capa de desesperación que ha dejado la tormenta y no nos deja ver el interior valioso de nuestro hogar, podremos volver a ver lo básico, a sacar las raíces de lo verdaderamente auténtico y necesario para criar niños felices: tiempo y amor para ellos, para disfrutar de su compañía.

Porque el fin de esta cuestión, es lo que queremos todos: su felicidad.

Porque en el fondo, es lo único que ellos nos demandan: nuestro amor.

Porque mañana, se levantarán con una sonrisa. 

Porque, créeme: papá, mamá… LO ESTÁS HACIENDO BIEN.

Autor: ¡Y yo con estas barbas!

Ilustrador, diseñador y orgulloso nuevo papá de una lechona linda como la brisa del mar... Ando en constante diálogo con el día a día, persiguiendo a esa esquiva, la plena felicidad.

17 pensamientos en “Qué tal lo haces como padre o madre

  1. ¡Un post genial! Es muy normal preguntarse si lo estamos haciendo bien como padres/madres. ¡Y su alimentación es muy importante! ¡Haznos una visita y te enseñaremos recetas saludables para niños! http://www.enciasgum.es/trucos-saludables-comida-ninos/

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  2. Madre mía!!! Vaya tesis. Muy chulo el post. Efectivamente la respuesta ganadora habría sido » lo mejor que sé» pero los resultados como poco hacen pensar y eso es lo bueno. ¿No? La responsabilidad y la autoexigencia es tan grande que yo puedo pasar de un estado a otro en el mismo día. Por eso, lo que quedara al final será el resultado y la suma de aciertos y equivocaciones, de gracias y perdón, de lo sientos y te quieros. Somos imperfectos pero adoramos a nuestros hijos y sobrados de amor, lo demás se hará como se pueda.

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    • ¡¡Hola figura!! ¡Gracias por seguir pasándote por aquí de vez en cuando, hombre! Que mira que ya es mérito, con lo poco que publico y actualizo últimamente…
      Tienes toda la razón… Al final, lo que cuenta es lo que haces en el día a día y a sabiendas de que vas dando un poco de ti mismo en ello, y aportando todo el cariño, sabiduría y las toneladas de paciencia que posees. Y sin martirizarse demasiado en ello, a la vez que se intenta disfrutar lo que se puede.
      😉

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  3. Me encantó la encuesta y me ha encantado la lectura que has hecho de ella. Y si, lo estamos haciendo bien, qué narices, muy bien! 😘

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    • ¡Gracias, Marta! Pues estas cosas nacen como casi todas, por casualidad y gracias al azar, en forma de conversaciones o situaciones fortuitas. Y es curioso comprobar el resultado, desde luego.
      Yo, por supuesto, apoyo total tu moción al «SÍ, lo hacemos bien».
      ¡Un besazo, hermosa!

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  4. Simplemente maravilloso el post. Se merecía si o si el post del día en el podcast. Y efectivamente, creo que todos lo estamos haciendo bien, con nuestros más y nuestros menos pero a mi ver su sonrisa cada día, ver cómo crece y ver cómo se supera cada día, aunque a veces me supere a mi, es lo que me vale para saber que no voy por tan mal camino. Enhorabuena!!!

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    • ¡¡Muchas gracias, Raquel, preciosa!! 😀
      ¿Ves como sí…? Si es que no lo hacemos tan mal… ¡¡Qué leches!! ¡Que lo hacemos bien! Que pese a momentos complicados, los críos están seguros, se sientes queridos, protegidos, y van tirando bien para adelante…
      ¡Besazooo!

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  5. Me ha encantado el post. Confieso que soy humana y que tengo mis fallos, pero mis hijos también lo son y creo que la imprefección es maravillosa. Lo importante es que nos queremos y nos sentimos queridos. Que mas dá que nos gritemos en un momento dado, que nos quejemos, que un día salga todo mal… Tenemos la seguridad de que pase lo que pase nos seguimos queriendo 😉
    Eso me importa más que hacerlo bien o mal. ¿Quien tiene aptitudes para decidir eso? Yo no! 😉

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    • ¡¡Gracias, Dácil…!! Yo también me confieso humano, hasta donde yo sé. Raruno a veces, pero humano. Y de lo que me doy cuenta es que la mayoría de las veces lo hacemos bien, y no le damos la importancia que a lo mejor deberíamos, porque simplemente «es lo que toca» y lo que debería ser normal; y es en los momentos en que flaqueamos, cuando nos fustigamos más, y damos un cariz tremendista a situaciones que a lo mejor no deberían serlo tanto, por eso precisamente, porque estamos pendientes más del momento preciso que del recorrido a largo plazo.

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  6. jajajaa me ha encantado la encuesta y los resultados y tienes toda la razón LO ESTAMOS HACIENDO BIEN!!

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  7. Jolin, para ser una mini encuesta lhas hecho una auténtica tesina de lo más interesante. Felicidades porque me ha encantado. Efectivamente, faltaba esa quinta opción: soy la mejor madre que puedo ser y que me dejan. Y sí, me inquieta ese 25% porque no soy capaz de empatizar con esa visión tan negativa de la forma de hacer de uno, no sé si me explico. Un abrazo y sigue, por favor, sorprendiéndonos con encuestas de estas, por favor.

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    • ¡¡Oleee!! Me alegra que te haya gustado, mira qué bien, oye… 🙂 🙂 La verdad es que no sabía si merecía la pena hacer una exposición de las conclusiones; a ratos andaba pensando que menuda chorrada, si total, los números están ahí… Pero bueno, que para eso está el blog, para poder ofrecer una visión un poco más personal y que vaya algo más allá del simple tuit. Estoy muy sorprendido con que tanta gente respondiera, y muy agradecido. Para mí es un auténtico puntazo y ha sido un sorpresón. Y los resultados… pues ahí está dicho todo. No sé, estoy un poco perplejo con ese dato, pero no sé si debería sorprenderme.
      Así que quieres más encuestas, ¿ehhh…? Hmmmm…

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  8. Vi la encuesta antes de que lo avisaras y respondí. Creo que es crucial ser sinceros cuando hablamos de esto. Habrá días que habría contestado otra cosa, sí, pero me quedo con la sensación general. SOMOS EL/LA MEJOR PADRE/MADRE PARA NUESTRO/A HIJO/A. Y punto en pelota (yo lo digo así).

    Gracias por el post 😀

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    • Pues esa es la cuestión, Zana… Lo que yo planteaba; que la gente fuera sincera, porque si no, para qué. Aunque claro, eso requiere interiorizar la pregunta y aceptar la respuesta… Que igual hay por ahí alguno o alguna que ni se lo ha llegado a cuestionar, vaya…
      Gracias a todos vosotros y vosotras por participar y seguirme el rollo; no pensaba ni de coña que respondiera tanta gente, y cuando vi el resultado, pensé que tenía que hacer algo con ello, mínimo escribir un post o algo… ;P
      Y sí… Reitero que yo creo que lo hacemos mejor de lo que creemos.
      ¡Muack! 😉

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  9. Me ha encantado el Post! Desde luego que debemos creer más en nosotros. Yo soy de las que opinaba que lo hacemos lo mejor que podemos… pero mira, de momento, con sus más y sus menos, no nos va tan mal.

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    • ¡Qué guay, Ceci! Me alegro… No sabía muy bien si estaba escribiendo una chorrada, o algo de verdad mínimamente interesante. Y que sí, mujer, que haciendo lo que podemos, yo creo que lo estamos llevando bastante bien… Que creo que la gente lo hace mejor de lo que cree, de verdad.Y también creo que no le damos el mérito suficiente a los aciertos que realizamos, porque simplemente es «lo que toca»; y no, el acertar es complicado. Y duro. Y habría que celebrarlo de la misma manera, si me pones, que lo que lamentamos los errores, ya puestos a ser ecuánimes y equilibrar balanzas. 😉

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