Y he aquí el desarrollo completo de la historia.
Por fin han llegado mis flamantes pañales. Y estoy emocionado. Porque la paternidad también es esto: el regocijo que hasta te produce, en un momento dado, pensar en cagarrufos y meados. Eres padre, así que te tocará remangarte, porque a veces estarás de mierda, literalmente, hasta el cuello. Y así debe ser: los padres TAMBIÉN limpiamos culos. Por si todavía hay algún despistado haciéndose el orejas por ahí. Y lo hacemos con mucho cariño y con mucho orgullo, faltaría más.
Me enorgullece pertenecer a una generación de padres a la que no le espanta limpiar culos, ojetes, traseros, posaderas; y que además lo hacen bien. A conciencia. Frotando. Dándole brío y salero a la toallita. Y algunos hasta son felices haciéndolo; no por el hecho de estar con el regalito en la mano, sino por la oportunidad de poder hacerlo. De saberse cuidadores de sus peques. De saberse una pieza fundamental en el organigrama familiar. De saberse capaces de traer un sueldo a casa tanto como de saberse hábiles en el sutil arte de frotar a mano con jabón Lagarto un body bien cuajado de premio amarillo mostaza lactante.
Yo, a día de hoy, con un bebé reciente, déjate de tonterías y regalos chorras. El gran clásico, al que cada día aprecio más: un buen paquete de pañales. Y olvídate de gaitas. Y yo hoy, con lagrimones como puños de la emoción, con mi premio.
Y toda esta historia, por cierto, no va de eso. No hay tareas indignas ni suficientemente chungas o vulgares que no puedas hacer, por ser hombre, si se trata de tus hijos, de tu familia. Hoy es sobre excrementos infantiles, pero mañana será por otra cosa; cualquiera. Su cuidado lo abarca TODO. Así que mueve tu cucu.
Esta historia va de interesarse por algo. De esforzarse por conseguir información. De ensuciarse las manos pero teniendo la conciencia cristalina. De salir ahí fuera a buscarte las castañas. De aprovechar las oportunidades. Y cuando pones interés en las cosas, las recompensas, de una u otra manera, terminan llegando. Va de que escribir merece la pena. Va de generar sinergias. Va de que ser padre es implicarte hasta llegar a fronteras a las que jamás pensaste que algún día te asomarías. Y atravesarlas cada vez, para ir más allá. Va de tipos que queremos cambiar el mundo gracias a querer ser un referente mejor. Va de querer ser mejor persona. De superarte. Va de hermosas casualidades que uno se va fabricando. De tomar conciencia de tus posibilidades. Va de intentarlo. Va de tener fe.
Esta historia, en definitiva, va de ti, tú que me lees.
Muchas gracias, Dodot; el culo de mi bebé nunca os lo llegará a agradecer lo suficiente.
Muchas gracias, Madresfera, por estos años de oportunidades y de eventos. ¡Que sean muchos más!
De ahora en adelante, ya podéis llamarme Mr. Dodot.
25 marzo, 2017 en 13:26
Que grande eres!!😂 Felicidades por el premio y por tu actitud!
Me gustaMe gusta
27 marzo, 2017 en 06:45
¡¡Muchas gracias, Ainara!! La verdad es que cuando uno tiene un bebé, tener el cajón bien surtido de pañales es uno de los objetivos clave a cumplir, claramente. Jajaja. Y ahí lo llevamos, claro… el premio es anecdótico, pero la actitud sí que es importante. ¡¡Mil gracias por el comentario!! 😉
Me gustaMe gusta
22 marzo, 2017 en 09:21
Genial! Por fin descubrimos el misterio! Aunque no sabía si nos encontrábamos ante el lado oscuro o el tecnológico.
Me gustaLe gusta a 1 persona
22 marzo, 2017 en 10:31
Jajaja… ¡Pues ante ambos, en realidad! Por un lado, se trata de la gama de pañales tecnológicamente más avanzados de la marca; por otro lado, no me negarás que el tema de limpiar cacas es un asunto ciertamente turbio y oscuro. 😉
Me gustaMe gusta