Y yo con estas barbas

Relatos sobre mis experiencias y expectativas como padre novato

El libro que quiero que leas

4 comentarios

Hoy vengo con una propuesta curiosa, mi pequeña Lechona…

A estas alturas del futuro, cuando leas esto, ya sabrás seguramente que la lectura es algo a lo que damos mucha importancia en casa. Una importancia VITAL. Y no solamente nosotros se la damos, no te vayas a creer, que hay mucha otra gente que piensa como mamá y como yo.

A estas alturas, y ya ves cómo tenemos la casa de libros y de cómics. Letras, letras y más letras. Y muchas de esas letras ya te corresponden por derecho, por herencia, porque nos da la gana, y lo nuestro es tuyo… Están ahí, y estarán ahí, para ti, siempre que los quieras y necesites.

Mamá y yo tenemos una historia literaria detrás, la nuestra propia. Y tú tendrás que forjarte la tuya propia, mi vida, a golpe de pluma y tecla. A golpe de guarda y página.

Eso no quiere decir, que no pueda haber nexos de unión; que no haya un acercamiento entre lo que fueron nuestros gustos y lecturas respecto a lo que serán los tuyos. Y hoy vengo precisamente a eso. Hoy quiero hablarte de la que fue la primera lectura de la que tengo recuerdo, y con la que aprendí a formarme como lector; es el libro con el que aprendí a leer…

Hoy quiero recomendarte un libro, un PRIMER LIBRO. Aprovechando que llega el Día del Libro, hoy te presento uno de los libros que marcó la infancia de papá… Se trata de Jim Botón y Lucas el maquinista.

Jim Botón y Lucas el maquinista es un libro realmente especial. Verás: se trata nada más y nada menos, que de la primera obra de éxito del genial MICHAEL ENDE (cariño, apúntate este nombre a fuego en la memoria, porque será un escritor que te proporcione muuuuuchas y muy felices horas de lectura increíble; de historias interminables…), la cual ganó en su momento el premio al mejor libro infantil publicado en Alemania, su país. Y es que es un libro muyyyyy bueno.

No me extenderé en su historia. Basta decir que le perdimos la pista, el libro se extravió y no fue hasta muchos años después, que una buena amiga me lo volvió a regalar, y adorna de nuevo la estantería en sitio privilegiado de casa, junto a su hermano gemelo y continuación (también recomendable, por supuesto, como si se tratara de dos libros en uno, o más bien, uno, en dos partes): Jim Botón y los Trece Salvajes.

Los libros de Jim Botón, de Michael Ende
Hay mucha magia en este libro, cariño. Muchos hallazgos. Pasajes emocionantes, descubrimientos arrolladores. Y sentimientos. Y situaciones y personajes entrañables e inolvidables. Es un libro que te tratará con respeto, como lectora, sin edulcorarte la razón con tonterías, pero manteniendo la atmósfera aventurera y desenfadada que nutre cada una de sus páginas. Hay amor a la literatura, aquí.

Yo disfruté tanto con este libro cuando empecé a leer… ¡Que no recuerdo las veces que pude leerlo! Y quizás es esa, entre otras muchas, la labor de un padre: el que conoce y posee el valor de las cosas buenas, de los tesoros que se guardan a la vista en la estantería de casa, y que los desliza entre las manos de sus pequeños cuando cree llegado el momento oportuno; cuando vea que sus pequeños tienen ese brillo en los ojos, del ansia descubridora que da las ganas de conocer por fin, qué refulge misterioso en las entrañas de ese cofre…

Cuando estés empezando a formarte como lectora, ahí espero estar yo, por tanto, para deslizarte entre los dedos, esta joya, este divino tesoro literario, llamado Jim Botón y Lucas el maquinista.

Y cuando hayas dilapidado este primer tesoro, cariño, agárrate fuerte, bien bien fuerte, porque llegarán más Endes, llegará Dahl, llegará Verne, llegará Stevenson, llegará Tolkien, llegará Salgari, llegará Kipling, llegará Goscinny¡Llegarán tantos y tantos otros…! Los que yo conozco, y muchos más que desconozco por completo, y que podrían hacer, entre otras cosas, de tu infancia, quizás, la mejor época de tu vida…

Y no puedo ni imaginar un regalo mejor para ti, y casi lloro mientras lo estoy escribiendo. No se trata de cosas materiales, ni de… No lo sé. Se trata de ofrecerte libertad, a través de la lectura. Se trata de horas y horas de felicidad pura, de alegrías, de aventuras, de ampliar tu mundo, de hacerte volar una y mil noches, de vivir una y mil vidas, de potenciar tu imaginación, de comenzar una carrera en que solamente el día en que te apagues llegarás a conocer dónde y cómo termina.

Leer, y disfrutar leyendo, LO ES TODO. Leer te empujará a viajar, a estudiar, a conocer, a imaginar, a preguntar, a vivir, a amar, y también a odiar; a soñar despierta, a vivir dormida… Leer, y disfrutar de una buena lectura, es más que un regalo. Es un don y un privilegio. Uno de esos raros y maravillosos milagros que hemos inventado los seres humanos.

Ya aprenderás a disfrutarlo. Espero. Porque aquí tendrás siempre, cuando lo necesites, a tu padre dispuesto a deslizarte nuevos tesoros entre los dedos…

Autor: ¡Y yo con estas barbas!

Ilustrador, diseñador y orgulloso nuevo papá de una lechona linda como la brisa del mar... Ando en constante diálogo con el día a día, persiguiendo a esa esquiva, la plena felicidad.

4 pensamientos en “El libro que quiero que leas

  1. Interesante el post.
    Gran enfoque, de lo importante que es y lo que implica la literatura para el ser humano…(en éste caso, para los niños….)
    Cierto qué, tendrán sus propios referentes….pero éstos…. son imprescindibles..literatura de la buena..
    Se nota que estás bien «nutrido»..je je,..(entiendeme la metáfora..)
    Saludos.

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    • ¡Hola Julia!

      Yo no estoy muy puesto en lo que ha salido de literatura infantil o juvenil, desde los 80 para acá. Sobre eso puedo informarme, y para eso están los colegios, las biblioteca, Internet… Y ese, estoy seguro, será un gran fondo de armario, una gran referencia para ella… Inevitablemente.

      Pero también podemos trabajar con lo que conocemos. Podemos tirar de lo que yo YA SÉ que es bueno e interesante, porque lo viví, y lo recuerdo. Y SÉ que también lo quiero para mi hija. O lo desearía (nada de imponer cosas a capón…) Sé que en casa de los abuelos están esperando los libros de cuando yo era canijo, y ahí hay tesoros que esperan ansiosos a ser rescatados por mentes jóvenes, ávidas de zambullirse de nuevo entre sus páginas.

      Y no te preocupes, que la metáfora es maravillosa… Jajaja Y te diría más: uno no está nunca demasiado «nutrido» de estas cosas. 😉

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  2. Me encanta Jim Botón y Lucas el Maquinista! Yo también lo citaba en mis recomendaciones jejeje!

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    • ¡Ay, Ángeles…! Es que son dos libros IMPRESIONANTES para esa edad, para la edad en que uno empieza a descubrir el mundo a través de la literatura. Yo tengo grabadas aquellas ilustraciones, aquellas situaciones… Esos viajes con la locomotora, todas aquellas situaciones loquísimas… Me enamoré de esos relatos, lo reconozco. Y de adulto, todavía aguantan muy bien una revisión. 🙂 🙂 🙂

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