Y yo con estas barbas

Relatos sobre mis experiencias y expectativas como padre novato

Buscando un colegio

27 comentarios

Bueno… Pueeeees… Esta entrada ya iba tocando. Los dados… rodando por el tapete: YA ESTÁ ENTREGADA LA INSTANCIA DE PETICIÓN DE COLEGIO.

Han sido un par de meses ciertamente interesantes… Por no decir otra cosa.

Llevo mucho tiempo pensando en escribir sobre el tema de la búsqueda del colegio, pero los días pasan, los acontecimientos pasan, y no se me ocurría la mejor manera de enfocar este asunto, ni encontraba el hueco para hacerlo. Este tema da para para un blog entero, si te pones, así que mejor voy al resumen y a las conclusiones.

Lo básico: espero que a nuestra Lechona le guste el colegio que hemos elegido para ella. No sabemos todavía si nos lo concederán, pero en cualquier caso, caiga donde caiga, nuestro deseo para ella, por encima de lo demás, es que sea feliz.

Deseamos que en el colegio se encuentre a gusto; que aprenda cosas, haga amigos (puede que alguno hasta le dure toda la vida), se desarrolle como personita, y por supuesto, que disfrute y pase allí grandes momentos que atesore para siempre. Tal es el PODER que tiene el colegio en la vida de un niño. Todos lo sabemos. Y no es poca cosa.

Allí conocerá a las personas que serán la máxima referencia en su vida, junto con nosotros. Alguno, de hecho, puede que influya en su vida de manera definitiva: algún maestro o maestra que plante en ella una semilla de inquietud, de curiosidad, de amor y pasión por algún menester concreto, que haga que enfoque su futuro a desarrollarse personal o profesionalmente por un campo determinado… Por poneros un ejemplo.

Han sido dos meses de visitar centros, de jornadas de puertas abiertas y encuentros informativos, en que hemos recorrido los pasillos de al menos cinco centros, del total de 9 colegios que nos pillan en un radio de 10 minutos andando desde casa, y entablado una primera aproximación con parte del personal que dirige y gestiona dichos centros. Recopilando información. Recabando sensaciones… 

Esta búsqueda, me ha llevado a afirmar que no creo en la existencia DEL COLEGIO PERFECTO. A medida que visitaba centros, veía en unos las carencias y virtudes de los otros. Cada uno, cojeando de una pata diferente, por así decirlo…

Al final, la conclusión lógica a la que llegas es que hay una serie de factores, que debes primar en función de tus necesidades y tus circunstancias. Y que al final, dictará sentencia EL PROFESORADO. Por encima de cualquier otra cosa.

Finalmente, nos hemos decantado por un cole público, al que podemos ir andando, aunque no es el que está frente a casa. Y aquí, dictaron sentencia las SENSACIONES POSITIVAS que me transmitió el sitio, y la importancia que le dan en el centro al desarrollo plástico y artístico, junto al desarrollo de la lectura. Confieso que ahí me ganaron por la mano. Además de trabajar por PROYECTOS toda la etapa de infantil.

Debo reconocer que para mí no ha sido tarea fácil, la elección. A diferencia de Churri, que vive aquí desde toda la vida, yo no conocía nada de estos colegios. Y quería informarme bien. Y en esto ha quedado finalmente la cosa: la decisión está tomada. La suerte, está echada. ESTO ES LO QUE HAY.

Esto de buscar colegio es una fiesta

No voy a hacer un post sobre pros y contras; sobre mil y un detalles que implican elegir tal o cual cosa. Quizás escriba sobre estas cosas en un futuro, pero ahora mismo no me apetece.

Hoy simplemente quiero remarcar que toda esta fase, me ha dejado una especie de… agujero. Una inquietud vital que me tiene un tanto desconcertado, por lo que implica y representa.

Pese a todo lo escrito más arriba, una pregunta me ronda por la cabeza como si de una mosca cojonera se tratase: -«¿HABRÉ HECHO LO SUFICIENTE?»-

Me explico: ¿hasta qué punto la búsqueda o elección de un colegio, puede condicionar la vida de la familia? Cuestiones como el trabajo o la vivienda… ¿Están por encima de la educación de los pequeños de la familia?

Uno puede plantearse la cuestión de mudarse por temas de trabajo. Es un ejemplo típico. Porque lo tomamos como algo prioritario. ¿Te plantearías lo mismo, por temas de colegio? ¿Eliges cole simplemente en función de lo que te rodea, de lo que hay en tu barrio, o eres de los que, conociendo el colegio de tus sueños, moverías cielo y tierra, mudando a la familia de ciudad incluso, por elegir ese colegio que quieres? Es decir, priorizar la educación de los hijos por encima de todo lo demás…

Hoy me siento… ¿Cómo decirlo? -«No tengo tiempo. No tengo recursos. Igual el cole que está frente a casa está bien…»- ¿Utilizas estos argumentos para evitar preguntarte, si no merece la pena que inviertas más tiempo y esfuerzos a informarte sobre cuál puede ser la mejor opción respecto a la educación de tus hijos?

Reconozco que a mí esto del interés de los colegios me ha pillado a destiempo. Soy así de pavo. Sabiendo hace uno o dos años las cosas que sé ahora, igual hubiera tomado un rumbo diferente. (Quizás sí me hubiera planteado comprar un coche, por el tema de ampliar radio de búsqueda, o modificado de otra manera mi horario de reducción de jornada laboral, para poder llevarlo o traerlo en condiciones…) No lo sé.

Hay gente que cambia de piso. De barrio. Puede que de ciudad. Que cambia sus trabajos. Que renuncia a cosas importantes, con tal de conseguir el colegio que consideran fundamental para sus hijos. Yo no he hecho nada de eso. Y esa es la incertidumbre. El no saber si HE HECHO LO SUFICIENTE. Si hubiéramos podido ampliar el radio de búsqueda. Ya sabéis… Dudas absurdas de padre-mártir. Lo de siempre, vamos. Echarse tonterías encima, como si no tuviéramos ya suficientes cosas, carajo…

En fin. Sea como sea, la decisión ya está tomada. Ahora, a esperar y cruzar los dedos. Esperemos haber acertado. Yo creo que el cole está bien. Aunque solamente el tiempo lo dirá…

Y para todo lo demás, YA ESTAREMOS NOSOTROS, que es lo importante. 

(Este post viene a colación a mi respuesta mental a dos publicaciones concretas: este genial post de Pau Almuní, de Niños emprendedores y una reflexión que lanzaba Melisa Tuya, de Madre reciente, vía Twitter, en la que preguntaba: ¿Qué colegio quieres tú para tu hijo? ¿Qué buscabas? ¿Qué no querías? ¿Estás contento con el que conseguiste?)

Así que desde aquí, hago mías de nuevo sus cuestiones, y te pregunto:

¿Qué colegio quieres tú para tu hijo? ¿Qué buscabas? ¿Qué no querías? ¿Estás contento con tu elección?

Autor: ¡Y yo con estas barbas!

Ilustrador, diseñador y orgulloso nuevo papá de una lechona linda como la brisa del mar... Ando en constante diálogo con el día a día, persiguiendo a esa esquiva, la plena felicidad.

27 pensamientos en “Buscando un colegio

  1. No hay un día que no me pregunte si ¿hago lo suficiente?. Casi que ya aprendía a dormir con ello…. Y el colegio, ufff, hay momentos que el profesor será genial, otras no, otras la LOMCE, otras veces los deberes… No eres agonías, ni mucho menos, para eso ya estoy yo XD XD

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    • ¡Ay, María, María…! ¡Qué preguntas nos hacemos…! ¿Verdad?

      Siempre podemos hacer más… ¡Pero es taaaaaan complicado a veces! Que igual no merece ni la pena, ese pequeño plus que A LO MEJOR nos da un pelín de algo positivo.

      A mí me parece bien… Ya te dejo yo las agonías para ti, venga… Jaw jaw jaw

      ¡Abrazo, rizos…! 😉

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  2. Al final la gente de bien sale adelante, sea el colegio que sea. Yo lo veo con mis compis de profesión, cada uno venimos de un sitio distinto y nos hemos hecho valer. Si vales para estudiar te da igual público que privado, Montessori o no. Pero por ser prácticos: bien ambiente y horarios/situación. Abrazos!

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  3. (Se me ha enviado sin terminar) también creo que la cercanía es un gran punto a vuestro favor, que os hará más fácil la vida y que le vendrá muy bien a la lechona para su círculo de amistades.
    Sea como sea, la decisión ya está y ahora toca respirar. ¡Besos!

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  4. Es un temazo el del cole. Nosotros pasamos por ese trago el año pasado y estamos muy contentos. Creo que viene bien también quitarle algo de hierro al tema para no angustiarnos innecesariamente. No todo es el colegio, lo de casa importa mucho, y siempre es reversible. Y no está todo en nuestra mano, puede haber muchas diferencias entre una clase y otra, sólo por el profe que toque o por el grupo que se haya formado. As

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    • ¡¡Eyyyy, Idoia, hermosa…!! ¡Ya ves si es un temazo!

      Me alegro muchísimo de que vuestro cole os guste. Eso es lo mejor, desde luego… Lo que todos queremos. Yo espero lo mismo, y quedan poquitos días para averiguarlo, aunque por la letra del sorteo, doy casi por hecho que nos cogen en el cole que pusimos como primera opción. ¡¡¡YEAAAAAHHHH…!!! (Pero veremos, veremos… Jajaja)

      La verdad es que todo influye. Yo solamente espero y deseo que esté contenta y sea feliz. No creo que coincida con alguno de sus compañeros de la guardería, aunque igual con suerte, con alguno cae… Pero bueno, nueva etapa, nuevos amigos. Y a tirar para adelante. ¡Y los amiguitos que estén cerca, es un plus muy guapo, es cierto! 😉

      Ya os contaré cómo termina la cosa… ¡Besaco!

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  5. Recuerdo que hace un par de años también estuvimos calentándonos la cabeza, hace poco lo contaba en un post. Al final nos quedamos con el barrio y la cercanía. Creo que en su paso por el cole se va a encontrar todo tipo de profes y más o menos lo mismo con los compis, y esto es así en todos los coles del mundo, oor tanto por lo menos que esté cerca. Creo que el cole no es tan determinante como parece en un principio y una vez empieza el tema se relativiza, al fin y al cabo siempre podremos cambiar!

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  6. A mí aún me queda un año y estoy informándome un poquito por encima, mi barrio está muy mal en cuanto a coles, solo tengo dos opciones reales, públicas, porque luego hay uno religioso (del opus) y otro concertado de los caros, no obstante estoy convencido de que uno de esos dos es buen cole pero estará difícil entrar…
    Respecto a lo de mudarme por el colegio para mí no sería mucho problema porque estamos de alquiler y sé que tarde o temprano acabaremos mudándonos a una casa más grande.
    No obstante como se ha dicho ya lo importante será los profes y los compis, a mí me marcaron muchos de ambos para bien y para mal y bueno, no he acabado mal para lo que podría haber sido.
    Lo importante es estar a su lado cuando nos necesiten porque otras cosas se nos escapan.
    Saludos!!

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    • Yo conozco gente (en el mundillo 2.0 también tienes ejemplos; mira el blog de «Planeando ser padres», por ejemplo…) que también arranca el año anterior. Nosotros el año pasado apenas vimos nada, pero alguna cosita íbamos teniendo clara. Si vas descartando o prefiriendo cosas con antelación, pues mejor. Pero tampoco hay que volverse loco, que lo interesante os vendrá el año que viene, tío…

      Y tu conclusión es perfecta. Es que así es como debe ser… Aunque hay que reconocer que a veces nos quebramos la cabeza un poco más de la cuenta…

      ¡Abrazote, cromañón! 😉

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  7. ¡Qué difícil, Sem! Nsootros ya hemos llevado los papeles. Nos mudamos precisamente por el cole y, pese a eso, seguíamos teniendo dudas. Es una decisión complicada porque, al menos nosotros, no podemos pagar el tipo de escuela que nos gustaría… Creo que al final hay un tipo de educación que se convierte en elitista… así que hemos escogido lo que más se adaptaba a lo que nos gusta: no deberes, no libros y tiempo de juego libre. Hay cosas que no nos gustan pero… es complicado encontrar la perfección. Un beso enorme!!!

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    • ¡¡Hey Diana!! ¿Qué tal vais, cielo…?

      La verdad es que los que tomáis decisiones como mudaros para estar cerca de una escuela deseada, tenéis TOOOOOODA mi admiración. Sois como… mis nuevos dioses, ahora mismo. Se lo comentaba antes a Lucía, un poco más abajo. A mí, en este punto concreto, como digo en el texto, me asaltan las dudas: no puede ser que con todos los colegios que tengo cerca, no haya alguno que no sea bueno para la niña. Así que no contemplo siquiera esa opción… Me quedo con alguno de los de mi zona.
      Pero sí que es cierto, que con toda la oferta diversa que hay por ahí, me da cierta envidia (y algo de angustia) pensar que igual con un coche, podría haber optado a mirar otras cosas. Nuestra opción de colegio está muy bien, pero aparte de currar por proyectos, y sin libros de texto, en infantil, no tiene una gran novedad de cosas respecto a los demás de la zona. No hay colegios… «diferentes» por donde yo vivo, por así decirlo. O que yo conozca.

      De un tiempo a esta parte, vengo interesándome muchísimo más por el tema de la educación (algo así como tú, con el tema nutrición, pero en light, jajaja…), y me da cierta rabia no poder evaluar otras opciones, llámalo Montessori, llámalo Walldorf, llámalo X, aunque solamente sea para saber cómo trabajan o cómo es el centro. Trabajando fuera de casa tampoco me planteo siquiera la opción homeschooling.
      Al final, colegio de barrio de toda la vida. Habrá que confiar en los profesionales. Pero sinceramente, creo que está bien y es una buena apuesta, si al final nos lo dan. (Que esa es otra… el proceso de selección, puntuación, etc).

      ¡El cole que describes pinta muy bien, por cierto! ¿Es así durante toda la etapa de infantil y de primaria? ¿Sin libros de texto hasta acabar el ciclo completo, o solamente en infantil?

      Y sí… Está claro que hay, ha habido y siempre habrá, educación elitista. Yo la he vivido de primera mano, trabajando hace años con chavales de coles «de mucha pasta» de Madrid. (Cuando tienes equitación como propuesta extraescolar, por ejemplo, sabes a lo que me refiero). Pero eso sí que está fuera de nuestro alcance. Tampoco sé si me interesa un ambiente así para mi hija, también te digo, -pero ese es otro tema…- Hacemos lo que podemos, con lo que podemos. Y ya es todo un logro.

      Yo estudié en un cole público… Y sigo apostando por una educación pública, y de calidad. A mí me fue bien. Espero de corazón que a mi pequeña le vaya igual de bien. A estas alturas, y con los papeles ya en el centro, yo lo único que quiero es que la niña sea feliz y que reciba un buen trato. Con eso en la mano… firmo donde sea.

      ¡¡Besazoooo!! 😀 😀

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  8. Nosotros también acabamos de llevar los papeles al colegio. También hemos optado por uno público. Y al igual que tu-vosotros nos han asaltado las mismas dudas. Sinceramente… hay cosas que no podemos controlar. Y sobre lo que no podemos controlar no deberíamos comernos tanto la cabeza. Ojalá que nuestras peques tengan una gran profe o un gran profe. Eso es lo esencial. Alguien enamorado de su profesión. Apasionado por hacer felices a sus alumnos y darles las herramientas para ser buenas personas. Crucemos los dedos. Un abraozte

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    • ¡Hola Víctor!

      Me imagino que la gran mayoría compartimos las mismas dudas, por supuesto. Y es que es lo normal. Tu conclusión es la natural, y es perfecta. Hay cosas incontrolables, que hay que dejar en manos «del futuro», del «ya iremos viendo qué pasa». Y desde luego, el mayor tesoro que podemos encontrarnos, y desear para nuestros peques, es que se cruce un gran maestro en su vida. Eso no tiene precio.
      ¡Abrazoooo! ¡Y suerte para vosotros también! 😉

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  9. El sábado nos vamos a mudar para estar más cerca de los colegios que nos gustan par mi bichilla, y eso que aún ni tenemos plaza confirmada y nada. ¡Una locura! 11 colegios he comparado yo y sé que ninguno va a a ser el ideal. Hemos ordenado los 4 que nos han causado mejor impresión y ojalá nos den la primera opción y mi bichilla sea feliz con ella. Porque si después de tanto pensarlo resulta que hemos metido la pata con la selección ¿cómo estaremos capacitados para encontrar después un colegio mejor para ella?

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    • ¡Lucía, preciosa! He de decir que la alusión a lo de «mudarse y cambiar el domicilio» por el hecho de buscar una escuela mejor… ¡¡Lo he sacado precisamente de vosotros!! Y es precisamente a eso a lo que me refiero con el tema escrito arriba. Me parece una pasada plantearse eso, y una pasada mucho mayor, llegar a hacerlo. ¡¡Sois unos valientes!! Y más, sin saber seguro si tenéis plaza… ¡Es algo…! ¡¡Bueno, bueno… No tengo palabras!

      De todas maneras, ya tenías toda mi admiración eterna, desde que el año pasado ya empezaste a indagar sobre este tema, anticipándote un año entero, así que eres un poco como mi heroína en este tema, jajaja.

      Creo que es un tema para pensar mucho… Y llegar a la conclusión de que igual no hace falta pensar tanto. Pero está claro que cuanta más oferta, más quebraderos de cabeza. Yo creo que es interesante informarte todo lo que puedas, aunque sea por comparar, por contrastar. Otra cosa es que luego esa información te sirva más o menos para tomar decisiones, porque igual te lía más la cabeza. Habría que ir a prioridades básicas y a descartes rápidos de opciones que no nos cuadren del todo.

      Lo que está claro es que merece la pena conocer el funcionamiento y «las tripas» de un colegio. Así que si tienes más de una opción a mano… toca implicarse.

      Yo, desde luego, deseo de corazón que os salga bien la jugada, por supuesto. ¡Ya nos lo irás contando, claro…! 😉

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  10. Sin duda, más que el colegio lo que marcará su experiencia escolar son los compañeros y los profesores que le toquen, en mi colegio éramos tres clases por curso, dos íbamos encantados a clase por los compañeros que teníamos y otra de las clases era un horror.. Mucho ánimo con el tema, espero que entre en el colegio que habéis elegido 🙂

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    • Está claro; eso es lo que quería terminar exponiendo. Todo cuenta, pero esos dos son los factores fundamentales. Un buen maestro sabe llevar una mala clase, pero a uno regulero… se lo comen. Y la clase se echa a perder. Es importante no entrar ya con prejuicios, para los profes con clases nuevas, porque eso te hace entrar con mal pie ya desde el principio. Los dóciles se llevan bien; es a los complicados a los que hay que dedicar más tiempo, para conocer el porqué y la raíz de su comportamiento o actitudes. Ahí está la labor de TODO el equipo docente, y es donde se ve la valía de un buen centro.

      De todas maneras, es una lotería. Y reconozco que no es el fin del mundo, si hay que cambiar de colegio porque te haya tocado uno penoso… Hay cambios en la vida, que son «para mejor»… ¡¡Pero no voy a pensar en estas cosas… jajaja!!

      ¡Gracias por el comentario!

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  11. Voy a tranquilizarte (eso espero).
    Mi colegio, al que yo fui, era más que muy deficiente. El profesorado, una porquería. Nos llenaron de complejos y tonterías, y en cuanto al nivel académico, no te digo más que le oí decir a alguien del profesorado que «las niñas de este barrio con que sepan leer bien y echar unas cuentas para poder hacer la compra, van de sobra». Esto no ha sido obstáculo para cursar estudios superiores de lo que me dió la realísima gana. Dos veces.
    Desde mi adultez observo aquella época y me echo las manos a la cabeza. No saqué de ese colegio ni siquiera una buena amistad que me durara unos años, fue todo un poquito lamentable. Sin embargo de todo ello sólo hay una cosa UNA SOLA que a día de hoy me revienta, y es que durante 8 años de mi vida tuve que cruzarme la ciudad de punta a cabo para ir al colegio, y esto 4 veces al día. En serio, todo lo demás no me importa nada. Nada. Lo veo como una peculiaridad. Pero lo de los trayectos de ida y vuelta es el día de hoy que me encabrono de solo acordarme.
    ERGO, piensa que si el colegio está cerca de casa, ya has acertado más de la mitad. Así de simple. Y así de verdadero.

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    • ¡¡Muchísimas gracias por este pedazo de comentario!!

      Yo te diré que mi experiencia en el colegio fue diferente. Yo la recuerdo como muy positiva, en los dos colegios en que estudié. Tal es así, que es mi etapa «favorita»; siempre es la que recuerdo con más cariño… De todas maneras, he reflexionado mucho sobre eso, y como todo, hay que tener suerte. Por ejemplo, el tema acoso. Si caes en las garras de algún grupito, del listo de turno que te hace la vida imposible… Pues me temo que por muy bueno que sea lo demás, la experiencia y la etapa, de no solucionarse, se convertirá en un desastre. Con profes pasotas (como dices), ineptos o desmotivados (que los hay a patadas…), con un equipo pedagógico que no valora su trabajo… En fin. De la cima puedes bajar a lo profundo del valle, en un santiamén. Lo que yo echo en falta de las sesiones de puertas abiertas (solamente lo hemos podido hacer en un centro…), es entrevistarte con el equipo docente, que en el fondo es la gente QUE VA A TRABAJAR CON TUS HIJOS.

      Lo de la distancia… No sabría qué decirte, chica. Es un GRAN punto a favor, innegablemente. Pero para mí no es lo más importante. Está claro que si es un centro inaccesible, pues sí es definitorio, claro. Todo es ver las posibilidades de cada uno. Yo no tengo coche, y eso es un handicap para buscar en colegios lejanos. Tengo que eliminarlos de la lista a la fuerza. O me mudo de barrio, claro… (Lo que decía en el post). El que hemos elegido está a 7 minutos (a ritmo de adulto) andando desde casa (que nos pilla a ambos progenitores en sentido opuesto a la estación de tren, ojo). Por comparación, tenemos otro cole justo frente a nuestro edificio.

      Espero de corazón que los peques de tu clan tengan una mejor experiencia escolar, de verdad, porque la infancia es una etapa fantástica en nuestras vidas.

      ¡Un saludo!

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      • De momento vamos bien, gracias. Ni que decir tiene que tengo el colegio a un tiro de piedra de casa.

        Lo del acoso, por supuesto, es lo más chungo. Puedo hablar por mi experiencia que en el colegio de las criaturas (público) se atajan los temas de acoso según se metan con alguien, en serio, un par de veces. Es raro que llegue a tres.

        Yo creo que si te gusta tu barrio, también influye en la educación el ambiente del barrio. Vamos, que yo vivo donde vivo porque lo he elegido (renunciando para ello a otras cosas, como metros cuadrados, coche, garaje, vista, ascensor, etc.) y considero que forma parte de la educación el ir al zapatero de al lado a llevar unos zapatos a arreglar, o bajar a por una barra de pan, tanto como aprender las tablas de multiplicar.

        Vamos, que no te calientes la cabeza. Si lo gordo está bien, las deficiencias que hubiera o hubiese se pueden subsanar.

        Chau.

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        • ¡Una conclusión mejor, no se puede sacar! Porque efectivamente es cierto… Mi barrio también es así, y pienso igual.

          Lo importante, lo gordo, es lo que debe ir echando a rodar bien. Los detallitos, los flecos, pues siempre habrá. Ya los hemos tenido en la escuela infantil, y no ha llegado la sangre al río, así que ahora en el colegio tampoco va a ser distinto. Además, hay que tener en cuenta que lo suyo es pensar a largo plazo, que van a estar ahí unos cuantos años, así que… «Eslou laif & carri on» 😉

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  12. Pues aun me queda un poco lejos (aunque el tiempo vuela), pero al leer vuestros posts me he llenado de dudas, yo vivo en una urbanización de un pueblecito y tengo poco donde escoger 😦 Al final creo que como dices la clave estará en el profesor más que en el centro. Saludos!

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    • ¡Hola Montse! Genial leerte por aquí de nuevo 😉

      Pues varias cosas: lo primero: SÍ, EL TIEMPO VUELA. Mañana, ya es hoy.

      Dudas: pues es normal… Todas las del mundo, y alguna más. Lo bueno es que en la blogosfera hay infinidad de blogs con entradas que hablan de este tema, con todos los enfoques posibles. Hay mucha información, así que podrás contrastar y sacar tus propias conclusiones.

      Si tienes poco donde elegir, ahí tienes una papeleta gorda resuelta. Pero recuerda, que eso es también hasta cierto punto… (Lo que decía de plantearse ampliar radio de búsqueda…)

      Yo lo que creo es que las mejores instalaciones y las mejores intenciones, se quedan en nada con docentes mediocres y apáticos. Por contra, un buen maestro puede hacer maravillas, por pocos recursos que se tengan. Uno no sabe muy bien cómo acertar, si vas de nuevas y sin referencias.

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