No tenía yo la idea en la cabeza de que mi primer post del año fuera este… Pero las cosas vienen así. Y si no… que se lo digan a la gente de la redacción de CHARLIE HEBDO.
Hoy la fría realidad me devuelve el pensamiento de que, como padre, tendré que hacer que mi pequeña crezca y aprenda a vivir en un mundo en que pasan cosas tan espantosas. No sé cómo se enseña esto a un chaval, a una crío o una cría, porque ni yo mismo me lo explico del todo.
El lápiz… La pluma… El rotulador… El pincel… son el abrigo bajo el cual se cobija el alma de mucha gente en este mundo cuando esta sale a expresarse al cielo abierto y la intemperie fría y cruda de la realidad cotidiana. Son nuestros principales instrumentos para comunicarnos y expresarnos.
Ayer, en París, resonaron las balas en la mañana y ese abrigo quedó trágicamente teñido de dolor y lleno de agujeros.
Quiero pensar que todavía hay lápices suficientes en el mundo para que podamos remendarlo.
Por eso, más que nunca…
De todo corazón, mis condolencias con las víctimas y los familiares.
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19 enero, 2015 en 22:48
Estas cosas me hacen tararear la canción de Cómplices de «Verdad que sería estupendo»….En la historia siempre hay dos versiones pero la que nos toca como espectadores es simplemente aterradora….un gran homenaje…un besote desmadroso
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20 enero, 2015 en 07:41
¡¡Ay hermosa!! ¡Cuánta razón tienes! Este tipo de cosas siempre me han llamado mucho la atención: lo desamparados que estamos la gente corriente, frente a aspectos concretos que nos rodean, que pueden estar a diez millones de kilómetros de nuestros intereses, pero aun así, nos termina salpicando de una u otra forma.
Siempre pensé eso de las guerras, por ejemplo. Guerras que se organizan en despachos, por gente poderosa y totalmente alejada de la realidad cotidiana de la gente de la calle, y que no van a ser ellos quienes la sufran en sus carnes. Y mientras, abajo, en la calle, en las trincheras, tú te ves atrapado en algo que no comprendes, no querías y no pediste, y eso arruina tu vida y la de quienes te rodean, en un abrir y cerrar de ojos. Me marea solamente el pensar en ello.
Pero hay que apartar esos oscuros pensamientos de la cabeza… porque me temo que, como las mareas del mar, estas cosas, estos comportamientos del ser humano, son inevitables, y pensar en ello constantemente solamente puede proporcionar amargura y angustia. Todos sabemos qué tipo de mundo es este en que nos ha tocado vivir. ¿Y sabes qué…? A pesar de todo, somos muy afortunados.
Otro besote, reina.
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13 enero, 2015 en 21:16
Sin palabras… pero precisamente no debemos dejar que esos gestos nos dejen así… sin palabras…
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19 enero, 2015 en 09:47
¡¡Para estar sin palabras… no podías haberlo expresado mejor!!
La verdad, me asombra la capacidad humana para buscarse motivaciones en esta vida. ¿Qué puede llevarte a pensar que debes entrar con un rifle en un sitio y liarte a tiros con la gente… sabiendo casi al 100% que tú vas a acabar igual en poco tiempo? Porque no van a dejar irte de rositas… y seguro que lo sabes.
La verdad es que flipo mucho con todas estas cosas…
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10 enero, 2015 en 23:04
Precioso homenaje. Como periodista, sigo en estado de shock. Como ciudadano, soy incapaz de entender nada. Perro munco…
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19 enero, 2015 en 09:42
No sé si es precioso, o no, Adrián… Simplemente necesitaba hacerlo… Y siendo un poco «del gremio» (por lo de ganarte la vida haciendo monigotes y demás, vaya…), sentí que debía aportar mi modesto homenaje.
A veces este mundo es un poco una mierda, la verdad… Pero bueno, hay que seguir con los pies sobre el suelo y seguir para adelante.
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9 enero, 2015 en 18:31
Es absolutamente estremecedor 😦
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19 enero, 2015 en 09:39
Pues sí… ¿Qué dice o hace uno ante una situación así? Pues reflexionar… y seguir con tu vida, supongo. Me llamó mucho la atención un artículo que leí el otro día, que, aunque pueda ser pretencioso, logra llevarte al menos a la reflexión. ¡Es lo que hay! Al final, siempre habrá gente con múltiples puntos de vista: tal cual somos los humanos.
http://www.huffingtonpost.es/mehdi-hasan/como-musulman-estoy-harto_b_6472222.html
¡Un saludo, cielo!
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19 enero, 2015 en 09:53
Lo leí! Me pareció muy muy bueno
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8 enero, 2015 en 23:54
Me he enterado hace unas horas, es horrible lo que puede llegar a hacer el ser humano…
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19 enero, 2015 en 09:28
¡¡Muy buenas…!!
Discúlpame el retraso en responder… no es lo normal, pero es que llevo un mes y pico un poco descontrolado.
La verdad es que han pasado los días, y los acontecimientos ya han seguido su curso. Pero no por eso deja de ser algo espantoso, realmente. Como decía… ¿cómo no evitar negros pensamientos cuando se trata de intentar criar y educar a una nueva generación, cuando pasan cosas de estas constantemente a nuestro lado? Se me hace duro. Aunque luego pienso que a lo largo de la historia, pensando desde un punto de vista amplio, podemos considerarnos todos unos privilegiados. ¡Manda narices!
En fin… Parece que es lo que hay, y que nos toca resignarnos. Lo bueno del ser humano es que es capaz de lo peor… pero también de lo mejor. Si no me quedo con ese pensamiento, me tiraría de un puente, claro.
¡¡Muchas gracias por pasarte y comentar!! 😀
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8 enero, 2015 en 14:02
que grande, qué bonito homenaje, qué horrible todo lo sucedido ayer, y qué dificil educar a niños en un mundo en el que pasan estas cosas incomprensibles…
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8 enero, 2015 en 14:28
¡¡Hola preciosa!!
Pues sí… En serio ni se me había pasado por la cabeza el estrenar el blog así, este año, pero chica… no he podido evitarlo. Hasta en la Madresfera/Padresfera bloguera hay que tratar de encontrar hueco a veces para tratar sobre estas cosas, porque algo así nos afecta a todo el mundo. Plantea muchas cuestiones que nos tocan a todos. A veces hay fango y mugre oscura debajo del guashi teip rosa.
¡Tengo pendiente todavía tu comentario del post anterior, cielo! ¡¡¡Y Feliz año!!!
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8 enero, 2015 en 14:34
feliz año para ti y tu familia!!
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8 enero, 2015 en 13:34
Lo que ha ocurrido me ha dejado estremecida como persona y como periodista. Desde luego es un mundo loco y salvaje en el que no podemos hacer otra cosa que seguir defendiendo la libertad de expresión para combatir la barbarie. Estoy con tu lápiz, compañero.
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8 enero, 2015 en 13:48
¡¡Hola Idoia!!
Yo todavía sigo con mal cuerpo desde ayer. Uno está mal acostumbrado (y medio “anestesiado”) a que ciertas cosas que ve por la tele, le pasen ante los ojos sin pena ni gloria… Pero algo como lo de ayer, a mí me ha tocado bastante, la verdad. Supongo que por la “cercanía” del oficio… Porque en parte, soy dibujante, igual. Porque adoro todo lo que viene “envasado” en una viñeta. Porque me imagino la escena, que alguien entre con un rifle por la puerta de mi curro y se líe a tiros conmigo por el hecho de dedicarme a hacer unos garabatos (salvando todo tipo de distancias, claro…), y… como que no me lo creo; que no me termina de entrar en la cabeza.
No sé… Me parece muy fuerte, todo. Y como siempre, uno, desde aquí, se siente a veces un poco como con cara de… no sé. En fin, lo que decía… Que cómo hace uno para que sus hijos vayan creciendo con un equilibrio sano entre fantasía infantil y realidad cotidiana. Pues eso… ni puta idea.
Por cierto… ¡¡Feliz año!! Y en cuanto pueda iré contestando los comentarios del post anterior, que lo tengo pendiente.
😉
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