Y yo con estas barbas

Relatos sobre mis experiencias y expectativas como padre novato

Mirando a los bebés… con otros ojos.

41 comentarios

Ya me ha vuelto a pasar.

Ya venía reflexionando sobre esto, pero así como a collejadas muy casuales… De uvas a peras… Muy de ciento en viento, vamos. Puede sonar a perogrullada, pero mi visión personal sobre los bebés HA CAMBIADO RADICALMENTE desde que nació nuestra Lechoncilla.

Creo que alguna vez ya he insinuado por aquí, -y si no, ya lo avanzo…- que antes de nacer esta niña… a mí me gustaban mucho los críos, pero los ya… lustrosos… los que ya te permiten cierta interacción con ellos, por así decirlo, vaya; y por contra era CERO fan de los bebés: no hacen nada (aparte de las obvias biológicas de supervivencia: dormir, comer, cagar…) Menudo coñazo, ¿no…? Y encima son frágiles, y blandos… y si los dejas diez minutos sin vigilar en plena sabana africana, son como un Bollycao para las hienas, que a esas alturas ya se habrán dado un festín con sus canillas y sus mofletes, porque ni corren ni se defienden ni tienen garras venenosas molonas (cacas malolientes, como mucho, y ni eso, porque las cacas de los bebés por lo normal, no huelen…), ni ná de ná.

Y desde que nació la nena… ¡¡pluff!! El lógico cambiazo mental.

¿¿¿Cómo no me podían gustar los bebés, POR-FA-VORRRR…!!! Obviamente, la mía, es LA MÍA. Pero la cosa ya va mucho más allá… De alguna manera, ya se ha producido el cambio de chip mental.

Ahora, los bebés son OTRA COSA… ¡¡Ahora MOLAN!! Y también descubres que en realidad, hacen muuuchas más cosas. Cuando la niña cumplió dos, tres, cuatro meses… (cada cumplemés lo pienso, vaya…), pensaba: -«¡Pero qué bonita es…! ¡Yo la quiero asíííííííííí… parasiemprejamás forevaaneva! ¡Que no crezca máááááásss…!»- Pero bueno… (Luego pasas de mí, ¿verdad, cariño? Y sigues creciendo ahí, a tu rollo moreno… ¡Hale! ¡Venga a tirar centímetros! ¡Venga a tragar tallas! Y sigues cada día más bonita…)

Y el caso es ese… que te cambia la cabeza… la chola… el boniato… la pinza. Ya no ves las cosas igual.

La semana pasada, iba yo leyendo tan pichi en la RENFE, camino al curro: pillo mi siiiiitio… saco la revistilla de la mochiiiiiila… me pongo ahí pim pam, tó concentrao en lo mío… y de repente… ¡¡un llanto de bebé en la otra punta del vagón!!

Alarma interna de bebés.

En lo que antaño hubiera sido como un molesto zumbido de mosquito cojonero en la oreja, fugaz y transitoriamente intrascendente, esta vez ¡¡¡CHÁÁÁÁNNN!!! …se transformó de inmediato en una alarma atronadora de «Instinto de P-A-D-R-E preocupado», que martilleó mi colodrillo de manera visceral y sin piedad: «¡¡AUUUHHGAAA… AUUUHHGAAA…!!»

¡¡Ostias, tú…!! ¡Y que además no era un llanto cualquiera…! ¡¡¡Era el mismo llanto que tenía mi niña hace unos meses!!! Así que ahí me tenéis, aparcando mi placentero y banal pasatiempo distractor, ¡¡para atender el llanto de microbio de un miniser totalmente ajeno a mí!! -«¡¡Ay pobre… qué pasará…!!»- Y yo allí, con cara de tonto compungido, hasta que no paró, un buen rato después…

Y es que no solamente el cambio radica ahí… en lo que antes no hubiera hecho y en ese momento estaba haciendo; es más: ¡¡por el llanto, fui capaz de distinguir que se trataba de una niña!! ¡¡¡Qué fuerte!!! No lo verifiqué, vale… ¡¡¡pero estoy seguro!!! Apostaría mi pulmón derecho, medio páncreas y mi colección del «Príncipe Valiente» a que llevo razón.

Y es que he notado muchos más cambios: me paso el día mirando a los carritos de bebés con los que me cruzo por la calle… Si veo un bebé…, ¡LE HAGO CARANTOÑAS!… Comparo unos con otros (y ya de paso, con la mía, claro)… Me encuentro pensando en cosas para ellos… ¡Me paro y me paseo de motu propio por la sección de bebés del súper! o_O

No sé, muchas cosas…

Ayyyyyyysss… ¿Cómo he podido llegar a esta situación…? Me temo que estoy irremediablemente emponzoñado por el bendito virus de la PATERNIDAD PRIMERIZA.

Y es que ya nada volverá a ser lo mismo…

(Y ahora me vais a venir diciendo que no os ha pasado a ninguno, ¿¿¿verdad…???)

Autor: ¡Y yo con estas barbas!

Ilustrador, diseñador y orgulloso nuevo papá de una lechona linda como la brisa del mar... Ando en constante diálogo con el día a día, persiguiendo a esa esquiva, la plena felicidad.

41 pensamientos en “Mirando a los bebés… con otros ojos.

  1. jjajajaj, esa alarma de padre… A mí también me pasa, qué bueno. Es oír a un bebé y se te ponen los sentidos a flor de piel. A mí me pasa que veo un carrito y ahí que estiro el cuello para cotillear al bebé. Y cuanto más pequeño es más locas se me ponen las hormonas, jajaja. Lo peor es que ahora juego a adivinar la edad del bebé. Si estoy en la cola de una tienda y tengo un carrito al lado, le pregunto a la madre, ¿qué tiene, 3 meses? ¡Y siempre acierto! jaja. Supongo que en breve se me pasará esta vena cotilla, digo yo. O eso o tendré un segundo y ya la habremos fastidiado porque seguiré en este estado mucho tiempo 🙂

    Me gusta

    • ¡¡Hola Idoia!! Ya estoy viendo que no soy el único, vaya… jeje. No sé muy bien la razón, pero en las mujeres, como que lo tenía un poco más asumido… pero me llama más la atención en los padres; supongo que en mi ignorancia supina pensaba que el “instinto paternal” era más debilucho en general en nosotros.

      ¡¡Halaaaa…!! Yo también juego mentalmente a las “comparaciones”, pero no lo materializo de viva voz, como tú, jajajajaja… ¡Yo de momento, no pregunto! Jejeje… Veo un crío y me pongo a compararlo con la mía: -”Ese (o esa…) debe tener, por la pinta… la misma edad que la Gordita…”- ¡¡Ay, mujer… Igual se nos pasa, como dices, pero yo la verdad es que nos veo en este estado de “vena cotilla”, para los restos…!! ¡¡Sin remedio!!

      ¡¡Un besazo, guapa!!

      Me gusta

  2. Jajajjaajaj es verdad!!! y todo eso que antes nos molestaba de los bebés, ahora nos parece tiernísimo!! jaja Besos

    Me gusta

    • ¡¡¡Hola Mónica…!!!

      Pues sí, chica… Tienes toooooooda la razón. ¡Es parte de lo que provoca el tener un bebé! De repente, la empatía te baña de arriba abajo, como un barreñazo de agua en la cabeza… y empiezas a percibir las cosas desde el punto de vista de los más peques. Y ante algo llamémoslo inusual, te dices: -«Esssssto es otra cosa… ahora lo entiendo…»- Y la verdad es que es un puntazo…

      ¡¡Muchas gracias por pasarte, por comentar… y por esos besos!! (Más para ti también, maja…)

      😉

      Me gusta

  3. Yo con la primera, me pasaba las horas muertas viéndola dormir. Me encantaba la tranquilidad que transmitía. Y con las otras, igual, no puedo evitarlo. Pero lo mío viene de antes. Siempre me han gustado los niños y siempre que me cruzo con alguno le tengo que hacer monerías.

    Me gusta

    • ¡¡Hola Dexter!!

      Pues con la nuestra tampoco te aburres: durmiendo se mueve más que los precios, así que a veces es la «risión», el ver cómo se va quedando en las posturas las inverosímiles… Te preguntas: -«¿Cómo coooo… puede lograr dormirse ASÍ??»- Es alucinante.

      A mi siempre me han gustado los niños… (he sido animador y monitor de tiempo libre durante años… algo que no haría alguien a quién no le mole la chiquillería…), pero como decía… los bebés me parecían como de otra liga… otro mundo totalmente diferente. Y es tener uno… y ¡flip! Te cambia el chip… ¡y de qué manera, oye!

      ¡¡Gracias por pasarte por aquí, compadre!!

      Me gusta

  4. Yo he llegado a despertarme al oir llorar bebés por el patio de luces del edificio, y tener que cerrar la ventana para poder dormir. 100% deacuerdo contigo. Y por cierto, brutal tu camiseta de Dragon Ball!!

    Me gusta

    • Jajajaja… ¡¡Veo mucho seguidor de Goku, por aquí…!! (Aunque es cierto que no he vuelto a ver una camiseta igual, desde aquel Expocomic donde la pillamos). ¡¡Soy un auténtico fan del «Pafff… Pafff…»!! (Claro que a mi no me sangran luego las narices, jejeje…)

      ¿Por qué será, que los enanos nos transforman…? ¿No se contentan simplemente con que les hayamos otorgado el divino don de la existencia…?

      ¡¡Abrazos, amigo!! ¡¡Kame rules!!

      Me gusta

  5. Oinssss!!! pero qué bonitooo!!!

    Me gusta

    • Jajajajajaja… ¡¡¡Hola guapísima!!! No sé si es bonito o no… ¡pero es lo que hay! Cosas de los genes y la evolución, y esas cosas… que nos hace no extinguirnos como especie, supongo. Es ponernos un lechón de nuestra camada delante… ¡y ponernos el modo «Pater Fieris Protector»!

      Me gusta

  6. Hola! Acabo de conocer tu blog, qué risas leyéndote….
    Gran post! Qué razón tienes….. Jejeje os volvéis unos ñoños
    Un abrazo

    Me gusta

    • ¡¡Hola Virginia…!! ¡¡Encantadísimo de que hayas recalado por ahí!!

      Y no solamente nos volvemos unos ñoños… ¡¡Es que además, en nuestro caso… yo he descubierto que soy el blando de la familia; ya lo he comentado en algún post…

      Y es que la cosa cambiaaaa… ¡que no veas, maja! Me imagino a mi «yo» de hace diez años, mirándome por un agujerito hacia el futuro, y pensando: -«Peroooo… ¿y el tío moñas este, voy a ser yoooo…?»- Pues ya ves… para lo que hemos quedado: para perder un buen rato de buena y entretenida lectura por el lagrimeo de un bebito desconocido cualquiera. ¡Si es que no somos nada…!

      ¡Abrazos… y por aquí seguiremos, para cuando quieras repetir! 🙂

      Me gusta

  7. jajajajajajajaja, ¡eres la risa! Si es que… en que estarías tú pensando cuando los bebés no molaban…. ¡Me encantan tus historias!

    Me gusta

    • ¡¡¡Pues muchísimas «zanquius veri mach»…!!! ¡¡Cuántos piropos…!! Jeje…

      ¿Que en qué pensaba yo pensando cuando no me molaban los bebés…? ¡¡¡Ufff…!!! Espera, que saco la lista: cacas… mocos… sarpullidos… llantos… el DINERO QUE SE TE VA… las noches SIN DORMIR… jajaja. Eso, cuando pensaba en ellos directamente… Cuando no, en lo típico de alguien que todavía ni se planteaba poner un enano o enana en su vida.

      ¡¡Gracias por comentar!! Por aquí seguiremos, de risión en risión… 🙂

      Me gusta

  8. entonces te vendremos a decir…que nos ha pasado a todos!! (aunque a mi me gustaban los bebes de antes…) pero ahora…ahora es otra cosa! 🙂 muy bueno el post!

    Me gusta

  9. Ufff !! se me chispoteó el teclado y envie el comentario sin terminar ….uffff, Te decía que como no vas a estar loquito con tu lechona con lo linda que es !!, es una «Pepona» preciosa, y está para comérsela, pero para ti, y para su mamá, nunca dejará de ser vuestra lechona, aunque tenga 30 añitos. Muchos besos para los tres.

    Me gusta

    • ¡¡¡Holaaaaaa…!!!

      Pues sí, la verdad… Oye, que igual pega un cambiazo un día de estos, vete tú a saber… y de «Pepona» pasa a ser «Pepe», o algo de eso… ¡Pero está claro que la querremos igual, por siempre jamás de los jamases!

      ¡¡Besazos, tía…!!

      Me gusta

  10. A mí el papá de la bichilla no me ha hecho confesiones de este tipo, pero estoy segura de que ya no le molestan tanto los llantos ajenos y que más de una vez se ha sentido tentado de ir a solucionar rabietas de otras familias que le han pillado por ahí cerca. ¡Ay! El instinto paternal. Seguro que ni en vuestro mejores sueños (o peores pesadillas) os habríais imaginado actuando de esta forma.

    Me gusta

    • ¡¡Pues es verdad que no, chica…!! Realmente, te veías en cualquier sitio en un momento dado, y escuchabas un llanto, y sí que es cierto que la mayoría de las veces pasabas del tema, o no te llamaba la atención… e incluso como dices del papá de vuestra bichilla… a veces era de lo más molesto: -«¿Pero de qué van estos padres que no hacen callar a ese bebé…?»- podías preguntarte.

      ¡¡Y cómo ha cambiado el cuento, madre mía!! Ahora te pones en la piel del «vecino»… y más bien es al revés…: -«¿Y a esta criaturilla.. .qué le pasará, que está rebelde…?»- Y ya, le das a la imaginación, y cuando te quieres dar cuenta, te has pasado diez minutos de reloj imaginando cosas… Jajajaja.

      La verdad es que tienes que verte en el papel para comprenderlo… Es como cuando el embarazo: ¡de repente, no paraba de ver embarazadas por la calle, cuando antes era gente «invisible», por así decirlo!

      🙂

      Me gusta

      • Lo de las embarazadas es ciertoooo!!! y además pienso «y las que habrá que aún no se les nota». Pero pasa con todo, cuando me estaba sacando el carnet de conducir veía señales por todas partes en plan » pero esto estaba aquí antes? » jaja.

        Me gusta

  11. Uno por uno todos los puntos que dices. Y alguno más que seguro que te has dejado en el tintero. Es lo que tiene convertirse en papá :-))

    Me gusta

    • Buahhhhh… ¡¡Seguro que me he dejado unos cuantos ejemplos más en la saca, está claro…!! Que me puse a escribir y eso es lo que me salió así más «a cholón»… Pero sí, dame un rato y te saco otros cuantos, vamos…

      Vaya tela, ¿ehhh…? ¿Quién iba a decírmelo hace bien poquito…? (Y a ti ya ni te pregunto, vamos… Si suscribes, ya me lo dices todo… que andamos igual).

      ¡¡Un abrazo, «broder»…!! 🙂

      Me gusta

  12. madre mia..la de veces que he estado tentada yo de levantarme a coger un bebe que no era mio por que lloraba y la madre era de las de «déjalo que llore».. cualquier día la lio!
    Lo cierto es que yo el instinto materno lo he tenido siempre, tengo hermanos muy pequeños y siempre he tenido predilección por los bebes. Aunque admito que ahora…como el mio ninguno jaja.

    Me gusta

    • ¡¡Hola guapísima!!

      Pues mira… lo que decía arriba, es cierto… Antes, los bebés, a mi, «plin». Que no les veía la gracia por ningún lado, vaya… Con mi sobrino ya fue otra cosa, porque era un bebé muy activo y muy risueño… pero entre que estaba poco con él y que tal… bueno… tampoco cambió mucho mi visión. ¡¡Pero chica… nada como tener el tuyo propio, está claro!! O al menos, como dices, vivir con alguno (también me valen hermanos pequeños, vaaaaaa…)

      Así que… ¡Mírame ahora! ¡Quién me ha visto y quién me ve! Muy fuerte…

      ¡¡Besacooooosss…!!

      Me gusta

  13. jajajaj!!! Bienvenido al club!!! xDDDDD Imagina que yo no quería ni tener hijos, y ahí me ves, con 2 padawanes de golpe!!! >.<

    P.S. : CÓMO MOLA ESA CAMISETA KAME HOUSE!!!! ^_^

    Me gusta

    • ¡¡Hola compañero!! Pues nada… se «bienviene», se «bienviene» muy a gusto…

      Yo reconozco que si por Churri fuera, los nenes hubieran llegado mucho antes, y que fui yo el que estiró «el chicle» hasta sentirme preparado para esta jugada… y creo que hice bien. Ahora que la tengo delante y soy padre, a veces me digo: -«¿Por qué no lo hice antes…?»- Jajajaja…

      ¡¡¡Y la camiseta mola, ehhhh…!!! Jajajaja… ¡¡The God Of Martial Art!! (Ya sabía yo que algún padre friki apreciaría el detalle…) 😀 ¡Regalo de uno de mis hermanos, hace ya años, en un Expocomic! Es esta misma, pero en naranja: http://static.hlj.com/images/csp/csp15969.jpg

      ¡Un saludo!

      Me gusta

  14. A mi sí! Mucho! Los bebés nunca me habían provocado una fascinación especial y mientras todos babeaban yo mantenía el tipo bastante bien. Ahora me vuelvo loca cada vez que veo un carrito y me doy cuenta que no soy nada discreta echando miraditas. Un día me van a decir algo! Y lloro mucho cuando escucho desgracias en el telediario sobre niños (eso nunca me habñia pasado antes).
    Un besote!

    Me gusta

    • ¡¡¡Hola Paula!!! ¡¡Vaya…!!! Veo que no soy el único infectado… -aunque ya me imaginaba yo que alguno más habría por ahí… ¡No puedo ser tan raro!-

      La verdad es que es curioso, cómo van cambiando los valores… las prioridades… ¡¡Qué movida me parece todo esto!! Desde luego, no seré yo el que diga: -”De este agua no beberé…”- ni -”Este cura no es mi padre…”-, porque está claro que la vida te va deparando sorpresas, y hoy haces y piensas de una manera, y mañana, por H o por B, piensas en otras distintas, en las que antes ni te habías fijado…

      Y esto… ¿se pasa… o es permanente? ¿No caducarán, los efectos estos…? Jajaja…

      ¡¡Un besaco, encanto!!

      Me gusta

    • Yo igual, la gente se pensaba que no me gustaban los niños sólo porque no reaccionaba como ellos esperaban. Pero sí me gustan, solo que… a mi manera. Ah y lo de oír un llanto de bebé y girarme en plan madre amorosa (cuando antes hubiera pensado «asco de crío») me pasó desde que me embaracé!! Me sorprendía a mí misma viendo a los niños jugar con una sonrisa bobalicona. Además se lo decía a la gente «si yo antes no era así!!»

      Me gusta

      • ¡¡Hola!! Ya veo que no soy al único que le pasa, está claro. ¡¡Creo que hay duendes que merodean por la noche que nos cambian el chip; rondan por nuestras cabezas, hurgando en nuestros cerebros, cuando entramos en la fase «embarazados», y no nos damos cuenta!! ¡¡Y luego durante el día… nos pasan cosas raras como estas!! Jajaja.

        ¡Muchas gracias por pasarte y comentar un post de hace tanto tiempo! 😉

        Me gusta

  15. jajajaja, que divertido me parece tu blog, y me encantan tus ilustraciones!! has caído en la super transfomación de «papaprimerizoenmodON».
    te he nombrado en mi blog para dejarte un premio pero ya veo que ya lo tienes, de todos modos sigo tus historietas a FULL! saludos!!

    Me gusta

    • ¡¡¡Hola Nebi!!! ¡¡¡Muchísimas gracias…!!! ¡¡¡Otro LIEBSTER!!! «Ai Cant Bilivit…!!!» Jajajaja… ¡¡No puedo con la vida…!!! ¡¡A este paso tendré que sacar las jarapas del altillo del armario para meter tanto Liebster… jajajaja!!

      Este me lo voy a tomar con un poco con más de calma, ¿vale? Porque justo la anterior entrada era un chorraco Liebster de mucho cuidao… Así que me lo guardo para un poco más adelante, ¿okis? ¡¡Pero contestaré a tus preguntas, como que hay carpas mutantes en el estanque del Retiro, vamos!! Tenlo por seguro…

      Me alegra mucho que te gusten el blog y los monigotes. Respecto a eso, no creas, que cuando empecé, no tenía muy claro el estilo que le quería dar a las imágenes: quería hacer algo desenfadado y rápido, y creo que al final me estoy liando demasiado… Tenía que haberme puesto con un estilo más sencillo todavía; pero bueno, todo se irá viendo.

      ¡¡Pues besacos a cascoporrillo… y me paso por tu blog, a bichearlo un poco…!! ¡¡Aquí o allá… nos seguimos leyendo, guapa!! 🙂

      Me gusta

      • jajaj ya,las entrevistas son casi mas intensas que las de Salvame Deluxe…sorry!
        las imagenes son una pasada,pero entiendo que cada post debe costarte lo tuyo ,seguro que un estilo mas sencillo en mis manos seria un palo con un circulo simulanbdo una cabeza pero en las tuyas seran una pasada igual!
        ciao!!!

        Me gusta

        • ¡¡Hey, nada de disculpas, mujer!! Que para eso son estas cosas, un poco… Simplemente, que hay que sacar tiempo, nada más… Muchas veces, lo que más tiempo (me) lleva, son los detalles «…ahora busca una jartá de blogs iguales, con fondo azul, 341 seguidores exactos, creados hace menos de 14 meses y un día, que te molen y a cuyo administrador le mole el Hardcore sinfónico…» 😉

          Y respecto a los monigotes de palitos con cabezas circulares… ¡¡te diré que me considero todo un fan del CUTTLAS, de Calpurnio!! Así que… «¡Ol is posibol, mai frend…!»

          Me gusta

  16. Jajajaja, buenísisisisisimo!!! Yo he sufrido la misma transformación que tú, nos ha pillado el mismo virus. Nunca me acerqué a contemplar un bebe ajeno porque me parecían lo más soso del mundo, no sabía que decir a menores de..¿6?¿7? y ahora…¡bebé que veo, baba que cae al suelo! eso sí, previa comparación con mi Miniser en el que él (casi)siempre suele ser el más guapo, el más majete, el más..¡el mío, vamos!.

    Me gusta

    • ¡¡Claro, claro!! ¡¡Por supuestísisisisisimo también, faltaría plus! ¡Los nuestros/as siempre van a ser los más guapos, los más altos, los más majos y los de ojos más azules…!! ¡¡Dónde va a parar…!! Pero por si acaso… alguna miradita asomamos al capazo de aquel, o al cochecito de aquella… ¿verdad? Aunque solamente sea para ver el modelico que lleva… si tiene los dientecillos muy separados… o cómo le cuelgan los mofletes por efecto de la gravedad, mientras duerme plácidamente… Jejeje.

      Pues sí… es un virus raro que hay por ahí suelto, dicen… Como los de las gastroenteritis o los catarros, pero en versión beibi.

      ¡¡Me alegra que te haya gustado…!! ¡¡Eso es que ciertamente sí que te ves identificada, como yo!! ¡¡Infectaícos estamos…!! 😀

      Me gusta

  17. jajajaja Tendrías que haber ido a comprobar si realmente era niña, porque entonces ya sí te hubieras quedado con todos nosotros… XD

    Me gusta

    • ¡¡¡Calla, calla…!!! ¡¡Que lo pensé!! Estábamos en los sitios opuestos del vagón… y creo que se bajaron antes de mi parada; si no, te juro que tuve pensamiento de, en mi parada, haberme acercado hasta la puerta del fondo para echar un ojo y ver a la criaturilla… ¡¡Qué fuerte, lo mío…!!

      Menos mal que fue un pensamiento fugaz y no caí… ¡¡Tampoco estoy tan mal, todavía!! ¿No…? (¡Pero es que la llantina sonaba iguaaaaaaaaal…! ¡¡Puro instinto, oye…!!) 😀

      ¡¡Besazos!!

      Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.